El ministro de la Corte Suprema presentó su dimisión al máximo tribunal de Justicia del país, a través de una carta dirigida a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Explicó que la decisión se tomó por "ineludibles razones normativas".
“Motivan esta dimisión razones normativas y, más lejanamente, éticas y de convicción personal”, señaló el ministro, quien, a su vez, indicó que “secundariamente” pesa en su decisión la idea de que los cargos vitalicios son más adecuados a “los sistemas monárquicos” y “menos compatible con los principios republicanos”.
De esta forma, Zaffaroni eligió el día en el que cumplió once años de su asunción como miembro del Alto Tribunal para solicitar por escrito a la mandataria que que tenga a bien aceptar su renuncia “con efecto a partir del 31 de diciembre del corriente año”.
“No puedo ocultarle que, en los últimos meses, experimento la sensación de que mi tarea en este Poder está agotada, junto con la urgencia en volver a la actividad académica, tanto en el país como en la Patria Grande”, señaló Zaffaroni en el escrito que, con fecha de ayer, remitió a la Presidenta.
Además, en el texto, el ministro expresó a la mandataria, “por el bien de todos los habitantes de nuestra Patria”, sus “fervientes votos por la exitosa culminación de su mandato constitucional, como también por su felicidad y ventura personal, y la de todos los suyos”.
“Tengo el honor de dirigirle las presentes líneas para elevar a su fina consideración mi renuncia al cargo de Ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, para el que fui designado por el Presidente Néstor Kirchner mediante decreto 932 de 2003, y que asumí hace hoy exactamente once años”, agrga el texto de la carta.
En este marco, tras señalar hacer referencia a las “ineludibles razones normativas” de su decisión, Zaffaroni indicó que “el motivo fundamental, que no requiere mayor explicación, finca en el acatamiento a lo dispuesto en el tercer párrafo del inciso cuarto del artículo 99 de la Constitución Nacional”.
Allí, la Carta Magna, a la luz de su Reforma de 1994, señala que “un nuevo nombramiento, precedido de igual acuerdo, será necesario para mantener en el cargo a cualquiera de esos magistrados, una vez que cumplan la edad de setenta y cinco años”.
En este sentido, Zaffaroni indicó que el 31 de diciembre de este año, “será inminente” que su situación “encuadre en la previsión constitucional”, dado que el 7 de enero cumplirá 75 años, la edad tope establecida en la Constitución.
“La idea de la vitalicidad de los funcionarios de la Constitución, si bien excepcional, siempre es más adecuada a los sistemas monárquicos y, por ende, menos compatible con los principios republicanos”, sostuvo Zaffaroni en otro tramo de su carta de renuncia que remitió a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Al respecto, dijo entender que, “once años, desde la perspectiva del tiempo existencial, es un lapso prolongado, siendo momento de volver a volcar mayor empeño en la labor docente, en la tarea doctrinaria y en la acción en las instituciones científicas internacionales”.
“Es indispensable formar a muchos hombres y mujeres jóvenes, para que desde el atalaya de nuestra posición en el mundo, en este siglo crucial para toda la humanidad, sean capaces de continuar reflexionando y actuando el derecho mucho más y mejor que nosotros, en pos de la reducción de los niveles de desigualdad y violencia”, planteó el ministro en su escrito.
En este sentido, afirmó que el país asiste a “una nueva Reforma Universitaria, que incluye a las clases trabajadoras y humildes, y el saber jurídico no debe permanecer ajeno a este movimiento de revolución pacífica y silenciosa”.
“Estimo que la justicia -y el derecho en general- no profundizarán su democratización sin un cambio cultural que, ante todo, debe provenir de sus propias fuentes de producción académica”, postuló Zaffaroni, quien, para finalizar la carta, le expresó a la mandataria su “más selecta consideración y estima” y el saludo protocolar “b.s.m”, que significa que besa su mano.
En el momento en el que Zaffaroni deje su lugar vacante en la Corte, el Poder Ejecutivo Nacional deberá poner en marcha el mecanismo para la designación de un nuevo miembro del Máximo Tribunal, dado que la normativa vigente prevé que ese cuerpo debe estar conformado por cinco miembros.
Merced a una ley impulsada por el Ejecutivo, en el 2006 el Congreso Nacional redujo el número de integrantes del Máximo Tribunal de nueve miembros a cinco miembros, número al que la Corte llegó con el fallecimiento del ministro Enrique Petracchi, ocurrido el 12 de octubre pasado.
Actualmente, integran el Máximo Tribunal -además de Zaffaroni- Ricardo Lorenzetti, Carlos Fayt, Juan Carlos Maqueda y Elena Highton de Nolasco.
En declaraciones periodísticas realizadas tras el fallecimiento de Petracchi, Fayt, quien el 1 de febrero cumplirá 97 años, dijo que permanecerá “un tiempo más” en la Corte Suprema.
El fallecimiento de Carmen Argibay el 10 de mayo de este año, el de Petracchi hace casi tres semanas y la anunciada decisión de dejar la Corte al cumplir 75 años planteada este año por Zaffaroni dispararon semanas atrás el debate y las especulaciones en torno a la composición del Alto Tribunal.
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