La política habitacional de Mugrizio Macri es el negocio de unos pocos

El Observatorio de Derechos Humanos (ODH) de la Ciudad de Buenos Aires realizó un informe sobre la política de viviendas del PRO.  Desidia y negociados son las conclusiones.

El ODH subraya que “no cesaremos de hacerle recordar al Ejecutivo que no es ideología cumplir o no con la Constitución porteña: es una obligación republicana de todo ciudadano que cumpla funciones allí establecidas" y agrega que  "el incremento desmesurado del déficit habitacional durante la actual gestión da cuenta de un incumplimiento constitucional que pesa sobre la cabeza del Poder Ejecutivo: Mugrizio Macri”.

Así de contundentes son las conclusiones del ODH donde destacan que “en la última década, los permisos de construcción crecieron un 94 por ciento y se construyeron más de 20 millones de metros cuadrados. A pesar de esto, hay más de 500 mil personas con problemas habitacionales. En villas, se calcula que viven 275 mil personas. Y 140 mil personas están hoteladas, o viviendo en pensiones, inquilinatos, casas tomadas o conventillos. Otros tantos miles viven en la calle. No hay estadística que los contemple”.

En el documento se resalta que si bien se construyeron millones de metros cuadrados todos estos fueron negociados inmobiliarios que no terminaron beneficiando a aquellos ciudadanos que sufren problemas habitacionales.  “Con desidia, inacción y violencia omite (el Gobierno de la Ciudad) garantizar ese derecho”, señala el informe.

El tema de la urbanización de las villas es un gran pendiente del PRO, se indica que “el gobierno intenta ‘vender’ la Ciudad como pionera en la transformación de villas, sólo muestra obras parciales como plazas, asfaltos o canchas de fútbol, omitiendo mencionar que no responden a un proyecto urbanístico integrador alguno”.

“El Gobierno de la Ciudad ha destinado proporcionalmente menos fondos a vivienda en cada uno de los años de su gestión. Antes de 2007, el monto destinado se calculaba en el 5 por ciento del presupuesto. Año a año fue bajando hasta llegar a 2,1 en 2014, el más regresivo de los últimos nueve años”, asegura el documento.