Se trata de Gustavo Andrés Deutsch, quien fue también propietario de Casa Tía y ex socio de Francisco De Narváez.
Gustavo Andrés "Andy" Deutsch, ex socio de Francisco De Narcováez en la aerolínea Lapa y también en la popular tienda Casa Tía, se derrumbó con su aeronave sobre el barrio Nordelta, en el Tigre.
Según testigos del hecho, el piloto habría intentado acuatizar con su avioneta, lo que significa que intentó aterrizar sobre el agua.
Esto, y el hecho de que el piloto se desvió de la ruta que había informado, alimenta la hipótesis de que el avión presentó algún problema que forzó a las inesperadas maniobras.
"Soy el Saint-Exupéry argentino"
El fallecido Deutsch se autoproclamó alguna vez de esa manera. Heredero de una fortuna, supo hacer negocios en el momento justo y con los nombres a los que le convino asociarse. El turco innombrable (Deutsch bautizó "Anillaco" a un 737), Francisco De Narcováez (socio en Casa Tía) y otras figuras del firmamento político empresarial fueron sus creadores y sostenedores a lo largo de las últimas décadas.
Se vendió siempre como un selfmade, un exitoso del sistema que, sin embargo, comenzó su ocaso la noche del 31 de agosto de 1999, cuando un Boeing 737 de su compañía se estrelló en las afueras del Aeroparque Jorge Newbery. Fue a proceso y terminó absuelto, en una decisión judical que todavía hoy es condenada por los familiares de las víctimas y de pilotos y especialistas en aviación.
Nació en Praga, capital de la ex Checoslovaquia, en 1936, llegó a la Argentina con poco menos de diez años. Desde chico fue entrenado para hacerse cargo de las empresas familiares.
En 1984, la venta de un campo familiar le deja nada menos que la empresa Lapa como parte de pago. Sólo contaba con dos aviones que viajaban a Colonia. Quince años después, la compañía era una de las más grandes del país, cubriendo más del 30% del mercado local.
En ese lapso, Deutsch se hizo cargo de todo personalmente, hasta firmando los cheques de los sueldos de los 1200 empleados con los que contaba la empresa.
Además de proclamarse el Saint-Exupéry argentino, se comparaba con los exitosos empresarios locales Enrique Pescarmona y Agostino Rocca.
El bautismo de "Anillaco" a uno de los Boeing de la compañía llegó en 1997, en plena euforia menemista aunque a punto de desbarrancarse. Dos años después, tanto el menemismo como su fama de imbatible, cayeron para siempre.
Como oscuro paralelo que grafica ese derrotero trágico, otro 737, ingresado a la empresa luego del "Anillaco" fue el que se transformó en una bola de fuego en 1999, dejando 63 muertos y una pila de juicios y denuncias, entre ellas el excelente largometraje del ex piloto y director de cine Enrique Piñeyro, "Whisky Romeo Zulu".
Piñeyro había advertido al propio Deutsch un año antes de la tragedia sobre las malas condiciones en las que volaban sus naves, como consecuencia de un ahorro extremo en medidas de seguridad y reacondicionamiento técnico de las naves.
Pasaron los años y tanto "Andy" Deutsch como los otros directivos de Lapa que habían sido procesados, resultaron absueltos en una causa que sigue siendo una de las páginas más negras de la aviación argentina.
En medio de todo eso, el empresario quedó envuelto en una investigación por números irregulares en torno a cifras millonarias por transferencias en cuentas internacionales que fueron informadas por nombres de peso como el JP Morgan o el mismísimo Citibank. La investigación sobre este tema fue publicada por Horacio Verbitsky en julio de 2009.
La muerte del empresario, estrellándose con su nave en un barrio privado, es un epílogo doloroso y tenebrosamente circular de una historia personal no menos oscura.
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