Cristina formuló estas palabras al encabezar ayer a la tarde el acto de fortalecimiento del programa de inclusión en el tratamiento de adicciones, en el Salón de las Mujeres de la Casa de Gobierno.
La Presidenta sostuvo que "es importante volver a ver el problema de la pobreza no como una cuestión meteorológica, como un fenómeno que nace después de la lluvia como los hongos, sino de profundas inequidades e injusticias en la distribución del ingreso".
En este marco, se sumaron 24 centros dirigidos por curas villeros y casas educativas y terapéuticas. "Quiero agradecerles el sacrificio y la vocación de estar junto a quienes más lo necesitan", señaló la Presidenta.
"Quiero agradecer la tarea de los curas, que no solo luchan contra la droga, sino que intervienen en todos los problemas, de pareja, por la falta de casa. Es un frente social de lucha y acercamiento", añadió.
Tras la firma del convenio rubricado entre la Sedronar, que preside el padre Juan Carlos Molina, y sacerdotes comunitarios, la jefa de Estado destacó su preferencia por "la Iglesia de la opción por los pobres", al resaltar que el papa Francisco beatificará al obispo salvadoreño asesinado Oscar Arnulfo Romero, asesinado por fuerzas de derecha.
La mandataria también recordó la frase del obispo brasileño Helder Camara: "Cuando me ocupo de los pobres me dicen que soy bueno, cuando pregunto por qué existen los pobres me dicen que soy comunista".
"Si no abordamos las causas de los problemas, difícilmente encontremos las soluciones", sostuvo finalmente la jefa de Estado.
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