Por segunda vez en diez días, ponderó la postura argentina de cumplir con sus acreedores y se puso a disposición del país para examinar las cuestiones legales que surjan en Europa a causa del litigio.
Matteo Renzi, primer ministro de Italia y Mario Giro, subsecretario de Relaciones Exteriores |
El pronunciamiento del gobierno italiano fue dado a conocer ayer, cuando restabann menos de 24 horas para que se lleve a cabo en Nueva York una nueva audicencia convocada por el juez Thomas Griesa, en el litigio que el país enfrenta con los fondos buitre.
La audiencia fue solicitada por los bancos y entidades intermediarias que participaron de los canjes llevados a cabo en 2005 y 2010, para que el magistrado precise el destino que se le debe dar a los fondos despositados por Argentina para el pago a los bonistas con títulos reestructurados.
Esos fondos, que Argentina depositó el 30 de junio pasado, quedaron en una especie de limbo jurídico luego de que Griesa decidiera no embargarlos y ordenara a los bancos su devolución a las cuentas del Banco Central.
A partir de esta situación, los bonistas con títulos reestructurados bajo legislación de Nueva York y de Europa comenzaron a intimar a los bancos y entidades intermediarias la concreción del pago y estos a la vez trasladaron esta inquiestud al magistrado.
El gobierno italiano se puso además a disposición de la Argentina para examinar las cuestiones legales que surjan en Europa, a raíz del futuro desenlace de la contienda en Estados Unidos.
"Estamos siguiendo de cerca la cuestión de la reestructuración de la deuda argentina después de la sentencia del Tribunal Supremo de Estados Unidos del pasado 16 de junio", declaró el subsecretario de Exteriores, Mario Giro.
"Italia registra con satisfacción la voluntad expresada en más de una ocasión por el Gobierno argentino de querer mantener los compromisos asumidos frente a los acreedores, como se ha demostrado en los últimos años y también en el reciente acuerdo con el Club de París", subrayó Giro.
El funcionario italiano deseó el "buen éxito de la negociación entre las partes con el fin de que se alcancen soluciones justas y satisfactorias para todos" y además, manifestó que, "de parte italiana se reafirma la disponibilidad a examinar en las instancias europeas e internacionales todas las implicaciones del asunto".
Esta manifestación de apoyo de Italia es la segunda en 10 días, cuando restan ocho días para el 30 de julio, fecha en que vence el período de gracia para el cobro de los bonos que ya pagó la Argentina el pasado 30 de junio.
De no mediar una solución, la situación de Argentina pasará de la actual calificación de mora a una de incumplimiento o default técnico.
El pasado 11 de julio, el primer ministro de Italia, Matteo Renzi, envió una carta a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en la que expresó la "cercanía del gobierno italiano con el esfuerzo argentino" ante el conflicto judicial con los fondos buitre y dijo que su deseo es que el país "pueda consolidar su camino de crecimiento".
Renzi, quien asumió su cargo a comienzos de este año, añadió que "el fortalecimiento del diálogo entre Argentina e Italia sigue siendo una prioridad de la politica exterior italiana" y confirmó que, en ese sentido, la canciller de ese país, Federica Mogherini, llegará a Buenos Aires el próximo 4 de agosto.
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