El vicegobernador bonaerense y la titular de Madres de Plaza de Mayo destacaron la figura del escritor y periodista, asesinado por la última dictadura cívico militar, y reconocieron a "los trabajadores de prensa comprometidos que siguen resistiendo y opinando".
En un acto conmemorativo del "Día del Periodista" realizado ayer en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ) -donde Mariotto se desempeña como decano-, el vicegobernador destacó ante estudiantes, docentes y militantes que Walsh "fue un hombre comprometido que dejó su vida por una causa" y alentó a los estudiantes a "ser honestos y decir la posición desde donde hablan".
"El rol del periodista debe ser el de comprometerse y decir desde donde habla. Rodolfo Walsh fue crítico y consecuente con una idea pero todos sabían desde donde opinaba, y eso es dar un auxilio a la sociedad a la hora de interpretar", sostuvo el actual decano y egresado de la UNLZ.
Recordó que la ley de servicios de comunicación audiovisual, de la que fue uno de sus impulsores, "empezó a amasarse en esta facultad, entre charlas en pasillos, cátedras y bares" cuando en el inicio de la democracia "los estudiantes rechazaban y daban cuenta de lo trágico del decreto de la dictadura" que regía en los medios de comunicación.
"La ley de medios nos permite vivir con una democracia constitucional que jamás pudimos disfrutar antes, porque la dictadura reprimía y censuraba y con la democracia pasamos a otra forma de censura sin darnos cuenta: la censura del monopolio que es otra forma de silenciar cuando alguien se queda con la voz de otro", remarcó Mariotto al recordar el proceso que llevó a la aplicación de la ley de servicios de comunicación audiovisual.
Al iniciar el acto, el vicegobernador entregó a Bonafini el premio Carlos Mugica, representado en una placa con la imagen del sacerdote asesinado por la Triple A en 1974.
La titular de Madres leyó una carta de Walsh, con un relato conmovedor sobre la muerte de su hija María Victoria, militante de Montoneros, y donde definió su final como el de una "lúcida muerte", cuando cayó por ingerir una pastilla de cianuro mientras enfrentaba las ráfagas de sus asesinos en 1976.
"Estamos orgullosas de ver este proyecto nacional y popular que soñaron nuestros hijos y nosotros somos los responsables de que siga adelante. La vida no empieza y termina cuando uno nace y muere, y este proyecto tampoco", dijo Bonafini.
En ese marco, la Madre de Plaza de Mayo arrancó el aplauso de todos al respaldar la candidatura de Mariotto a gobernador bonaerense y confesó que él lo ignoraba, pero que "las madres no pedimos permiso para hacer las cosas".
"Necesitamos gobernantes probos, tenemos la obligación de ponernos a trabajar. Vos hacé el lanzamiento cuando quieras, yo lo digo ahora", dijo al sacar de su cartera calcomanías con el nombre del vicegobernador y la leyenda "Mariotto gobernador. Puro Corazón".
Entre abrazos, Mariotto agradeció "el acto de amor y cariño" manifestado por Bonafini y afirmó que "si nos pegan, nos vituperan, nos estigmatizan y nos criminalizan, respondemos de puro corazón predicando en todos los rincones de la Patria".
El vicegobernador expresó la necesidad de "un cambio en la matriz productiva en la provincia ayudando a pequeños y medianos productores", a "diversificar la siembra con auxilio del Estado, a través de una sociedad con pequeños productores" y a "recuperar el control estratégico de los puertos".
Estuvieron en el acto integrantes de la asociación Madres de Plaza de Mayo, el diputado nacional Carlos Raimundi (Nuevo Encuentro), Osvaldo Papaleo, militantes de la corriente Proyecto Nacional, diputados provinciales y docentes de la Facultad.
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