El Senado dio ayer el sí a la abdicación del rey, de 76 años, luego de que la Cámara de Diputados hiciera lo propio la semana pasada y dos días antes de la ceremonia de proclamación de Felipe, de 46 años.
La ley fue aprobada en la cámara alta con 233 votos a favor, 5 en contra y 20 abstenciones, lo que supone un apoyo del 90,3% de los senadores presentes, según informó la agencia de noticias española EFE.
La norma será firmada hoy por Juan Carlos durante una ceremonia solemne, en lo que será su último acto como jefe de Estado y de sus cerca de 39 años de reinado.
El futuro rey Felipe VI estará presente en la firma de dicha ley por su padre, así como el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, a quien le corresponderá refrendar la última norma sancionada por el rey Juan Carlos.
La firma tendrá lugar en el Salón de Columnas del Palacio Real de Madrid y consistirá en una ceremonia "corta y solemne", según la Casa del Rey, que indicó que al acto asistirán unos 160 invitados, así como la reina Sofía y los príncipes de Asturias, el gobierno y representantes de las altas instituciones del Estado.
Allí, el rey Juan Carlos formalizará su renuncia a continuar al frente de la Jefatura del Estado y pasará el testigo a su hijo, el príncipe Felipe de Borbón.
Automáticamente, la infanta Leonor, hija mayor de los príncipes, pasará a ser Princesa de Asturias y, como tal, heredera de la Corona.
El Partido Popular -en el gobierno y con mayoría absoluta- votó en el Senado a favor de la ley, al igual que el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) -la mayor formación de la oposición, que votaron en contra Izquierda Unida (IU) y los nacionalistas catalanes ERC e ICV. Se abstuvieron el partido nacionalistas catalán CiU, el vasco PNV y el canario CC. La ley ya había pasado por el Congreso de los Diputados con 299 votos, por 19 votos en contra y 23 abstenciones.
Previamente, el pleno del Senado también rechazó por una amplísima mayoría los tres vetos que habían presentado los mismos partidos que han rechazado la ley de abdicación.
Ya en la mañana de mañana, Felipe VI será proclamado rey antes las Cortes Generales en una ceremonia que se celebrará en el Congreso antes los casi 700 diputados y senadores, el Gobierno y más de un centenar de invitados institucionales, como los presidentes autonómicos o expresidentes del Gobierno.
No habrá discursos ni palabras del rey Juan Carlos ni de su hijo, tan sólo una alocución a cargo del Ejecutivo para dar cuenta del contenido de la ley orgánica de abdicación aprobada mayoritariamente por el Parlamento, tras ser debatida y votada hoy en el Senado.
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