El jefe de Gabinete Jorge Capitanich defendió la política de subsidios que lleva adelante el gobierno nacional al señalar que permite promover "el desarrollo industrial".
De este modo, el jefe de Gabinete salió al cruce de declaraciones realizadas el fin de semana por el titular de la Unión Industrial Argentina, Héctor Méndez, quien reclamó un "ajuste" por parte del Estado.
En este sentido, Capitanich planteó que "es muy imporante que los dirigentes de la UIA opinen con razón y fundamento" y remarcó que le cuesta "pensar el razonamiento" de Méndez criticando la política de subsidios cuando, en verdad, "esas políticas generaron un impacto positivo para el desarrollo industrial".
"La UIA debe representar sus propios intereses y defenderlos. La política de subsidios por parte del gobierno nacional lo que promueve es una reducción del costo de la energía para el desarrollo industrial", subrayó Capitanich ayer a la mañana en su habitual conferencia de prensa en la Casa de Gobierno.
Allí, indicó que mientras "muchos de los países de América del Sur han tenido reprimarización" de sus economías, la Argentina pudo "sostener su participación en materia de base industrial y uno de los instrumentos para lograrlo ha sido precisamente el otorgamiento de subsidios a la energía".
"La forma de resolver la política de subsidios de largo plazo en Argentina, una parte proporcional, está sujeto al autoabastecimiento energético", postuló el jefe de Gabinete al ser consultado sobre los dichos del fin de semana del titular de la Unión Industrial Argentina.
En ese contexto, destacó que "la energía en la República Argentina es más barata que en los países de la región" y señaló que al ser "uno de los principales insumos que componen la estructura de costos de las empresas para el desarrollo industrial, automáticamente han podido desarrollar la industria y, en consecuencia, el empleo".
Además, señaló como uno de los efectos de la política de subsidios el desarrollo de "la manufactura de origen industrial y agropecuario" que -afirmó- representa "aproximadamente el 64 por ciento de las exportaciones argentinas".
Por otro lado, aseveró que esa política no sólo generó "un impacto positivo para el desarrollo industrial", sino también "para los usuarios y consumidores, y los trabajadores".
"Cuando un trabajador toma un tren o colectivo está pagando más bajo. Si pagara la tarifa más alta, le restaría más plata de sus ingresos. Por lo tanto, el trabajador observa un incremento de su ingreso disponible cuando la tarifa es más baja. Y lo mismo ocurre con la electricidad y el gas", explicó el jefe de Gabinete.
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