El ministro de Economía, Axel Kicillof, aseguró que el acuerdo con el Club de París para cancelar la deuda de 9.700 millones de dólares con ese foro "no implica condicionamientos para nuestra economía".
El funcionario afirmó ayer en declaraciones radiales que siente "orgullo" por la "decisión de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner de seguir regularizando las deudas que estaban defaulteadas, tal como lo hizo desde el 2003 el ex presidente Néstor Kirchner".
"A los argentinos nos quieren hacer creer que no podemos hacer nada, y una vez más queda demostrado que esto no es así", sostuvo.
El ministro explicó asimismo que el acuerdo tuvo "principios novedosos", entre los que citó "el pagar deudas de gobiernos anteriores cuyos autores hoy, incluso, se dedican a criticar las negociaciones basadas en no tener condicionamientos externos en la política económica".
Otro principio fue la no participación del FMI, que "siempre que otorgaba créditos, y esos créditos venían de la mano de programas, por lo que los países se iban con ciertas cadenas".
"Nada de eso ocurrió aquí -enfatizó-; nosotros nos presentamos voluntariamente y pese a que la Presidenta ya había decidido pagar en efectivo en el 2008", situación que se debió modificar "porque luego vino la caída de Lehman Brothers y la crisis mundial, y vimos que no tenía sentido que Argentina pagara en esas condiciones, seguimos los contactos informales".
En ese sentido, Kicillof explicó que "a principios de este año viajé a París y expuse los condicionamientos de la Argentina; propusimos pagar en cinco años con opción a dos años más y un esquema que plantea un esfuerzo compartido, es decir, pagos mínimos y una forma de cálculo donde estamos de acuerdo en pagar más si llegan nuevas inversiones".
"La expectativa es que aparezcan nuevos interesados en invertir en la Argentina. Eso antes tampoco se tenía en cuenta", recordó el ministro.
Sobre la tasa de interés acordada, Kicillof dijo que "es uno de los resultados interesantes de la negociación", porque "Argentina pagaba el 7 por ciento, y ahora, en el peor de los casos, pagará el 3,8 por ciento".
"Es una tasa muy, muy buena, teniendo en cuenta que otros países que salen de esta situación lo hacen con tasas que rondan el 5 por ciento", comparó el el titular de la cartera económica.
Kicillof analizó también que en la última década "se incorporó en el pensamiento del ciudadano común algunos elementos centrales sobre el funcionamiento del país y la economía. El primero es que el modelo de crecimiento con inclusión prioriza la producción, industrialización y distribución de la riqueza".
"Es una línea que venimos manteniendo y donde uno podría, en cada paso, tomar la decisión contraria, por ejemplo ahora, si hubiéramos acordado con malas condiciones para el país; pero no lo hemos hecho, porque aunque sea difícil de explicar, son las cosas que más han jodido a los argentinos", detalló.
El ministro agregó que, por eso, "estos últimos 10 años se redujo el peso de la deuda sobre la producción nacional, lo cual da libertad no al gobierno o al partido político, sino a la sociedad, para tener un crecimiento distinto".
"Otro tema es que al no pagar al Club muchas agencias de crédito internacionales que querían invertir en la Argentina no lo hacían, y eso va a cambiar también", afirmó.
Kicillof resumió: "En definitiva, hemos trabajado para seguir en un camino de regularización de deudas heredadas en la fase neoliberal, firmadas en gobiernos democráticos, y con el fin de honrar nuestros compromisos sin poner en riesgo lo que hemos hecho estos años ni el futuro de los argentinos".
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