El vicepresidente vinculó el caso Ciccone con la presión mediática que los diarios hicieron a partir de la decisión de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Al ser consultado al respecto, Amado Boudou dijo que la decisión presidencial "ha sido muy positiva para la Argentina, pero muy negativa para algunos que hacían uso y abuso del sistema de las AFJP".
"Cuando uno recuerda la profusa propaganda que tenían las AFJP en Clarín y La Nazión está claro uno de los motivos de la bronca, el odio, la estigmatización hacia mi persona", enfatizó el vicepresidente.
En ese sentido, recordó que fue una medida "que decidió la Presidenta a partir de una conversación que nosotros tuvimos, pero yo fui el brazo ejecutor de esa decisión política de la Presidenta con mucha convicción y mucha alegría".
"Hasta el año 2002 las AFJP cobraron por comisiones 1.200 millones de dólares por año", afirmó Boudou, quien agregó que "hoy no hay más 1200 millones de dólares por año para que estas empresas usen para pautar, porque básicamente las AFJP tenían dos gastos operativos: salarios y propaganda".
"En 2007 Clarín hizo una emisión de acciones del 10 por ciento del capital social. ¿Saben a cuánto salieron cada una de estas acciones? A alrededor de 25 pesos. A los dos o tres meses valían 8 pesos. Hoy valen 10", detalló el vicepresidente de la Nación.
"Clarín, de 750 millones de pesos que fue la emisión, se fumó 500 alegremente, y eso no es ningún escándalo. Eso marca qué es el periodismo hegemónico en la Argentina", remarcó Boudou y agregó que "es un escándalo Boudou, pero no es un escándalo cuando Clarín usó la publicidad de las AFJP y su poder mediático para emitir acciones a 25 pesos, enchufárselas a las AFJP y que a los pocos días valieran 8 pesos. Esto no es un escándalo, no merece que un juez lo persiga y que los fiscales se escandalicen".
Boudou aseguró que de su parte “nunca se intentó trabar el trabajo de la justicia” y aseguró que su interés en la causa Ciccone es que “en el expediente se avance en todo lo que haga falta para que finalmente se llega a la verdad”.
“Se dijeron muchas cosas, pero la verdad es que hasta ahora no se pudo probar nada. Primero se habló de que Ciccone era mía, y no hay un peso que sea mío en esa firma. Luego se dijo que había lavado de dinero y eso no está en la causa”, señaló y añadió que “se insistió con que hice cosas desde el gobierno para favorecer a la empresa y en verdad la única acción que tomé fue pedirle a la AFIP que preserve las fuentes de trabajo en la cuestión de la quiebra de Ciccone”.
El funcionario negó además conocer a Alejandro Vandenbroele y remarcó que “esa persona no puede ser testaferro de nadie porque no tiene ningún bien a su nombre”.
“Fui a Casación para pedir que esta causa se termine y recibí un fallo en contra. Si hace falta iré a la Corte y seguiré adelante. Hay que bancarselá hasta que se sepa la verdad”, apuntó.
Además, el vicepresidente desmintió que desde La Cámpora se trabaje para disminuir su figura y consideró que esa agrupación es objeto de una campaña de estigmatización que parte de los medios concentrados.
“Hay un señalamiento permanente hacia La Cámpora porque es un espacio kirchnerista que planteó una revalorización de la política como no pasaba desde la época del gobierno de Raúl Alfonsín. Por eso se la ataca”, sostuvo.
El vicepresidente señaló que nunca pensó en pedir licencia, en tanto remarcó que la gente lo votó para ocupar la vicepresidencia.
Consultado por la supuesta reunión con los Ciccone, manifestó que “eso es una mentira” y los calificó como “una especie de mafia”. Asimismo, en relación a como los medios influyen en el tratamiento de la causa, expresó que “el juez tiene en sus manos una causa compleja sobre todo por la presión mediática”.
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