El sumo pontífice mantuvo ayer un encuentro con la reina Isabel de Inglaterra, jefa espiritual de la iglesia protestante anglicana, en un encuentro a solas que se extendió durante 20 minutos.
Acompañada por su esposo, el Duque de Edimburgo, la reina -de 87 años- llegó con 20 minutos de retraso a su cita con el papa argentino Jorge Bergoglio, que se desarrolló en el aula Paulo VI y que estaba inicialmente prevista para las 15 (10 hora argentina) y finalmente comenzó poco después de las 15.20.
El encuentro se produjo un día después de conmemorarse los 32 años del inicio de la Guerra de Malvinas, que enfrentó a la Argentina y Gran Bretaña en 1982.
En las últimas semanas, el papa argentino recibió en el Vaticano al secretario de Asuntos Relativos a las islas Malvinas, Daniel Filmus, a quien consultó sobre el estado de las negociaciones con Gran Bretaña y ante quien insistió en la "necesidad de avanzar en la búsqueda del diálogo".
Francisco recibió también en las últimas semanas a una delegación de ex combatientes y de familiares de caídos en la guerra, a quienes les dijo que los lleva "siempre en su corazón".
Debido al simbolismo de la fecha elegida para el encuentro con la reina, el embajador inglés ante la Santa Sede, Nigel Baker, tuvo que salir a aclarar en las últimas horas que el Vaticano "mantiene su neutraulidad, de larga data" con la cuestión Malvinas, un tema que no estuvo presente en el encuentro de ayer.
Según informó la agencia ANSA, durante la breve reunión, el Papa le entregó a la reina como regalo para el "bebé real", el príncipe Jorge de Cambridge -hijo del príncipe Guillermo y Kate Middleton- un globo de lapislázuli con una cruz de plata engarzada.
A la reina, Francisco le regaló un antiguo pergamino de mayo de 1679 con un mensaje "Urbi et Orbi" del cardenal Cesare Facchinetti.
Por su parte, la reina Isabel le entregó una canasta con productos ingleses y frutos de sus propiedades, como miel, huevos y hasta una botella de whisky.
Acorde con el carácter informal de la visita, la reina no fue vestida de negro ni con velo, sino con un tapado color lila, sombrero al tono -con un detalle floral- y guantes blancos.
La demora en la llegada al encuentro se debió a un retraso que sufrió durante la cita que mantuvo previamente con el presidente italiano, Giorgio Napolitano, por lo cual le pidió disculpas al pontífice al inicio de la reunión.
El papa Francisco es el cuarto pontífice visitado por la reina Isabel de Inglaterra, y el quinto si se considera también la audiencia con Pío XII en 1951 en Roma, cuando la actual soberana aún no estaba en el trono.
En sus tres visitas anteriores a Roma como reina, Isabel II siempre se reunió con el Papa: Juan XXIII en 1961, Juan Pablo II en 1980 y en 2000.
Con Benedicto XVI, en cambio, se reunió en Edimburgo el 16 de septiembre de 2010, durante el viaje del pontífice al Reino Unido.
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