Como muchos otros argentinos, el poeta sufrió el desmembramiento de su familia durante los años de plomo. El secuestro de su hija y la desaparición de su hijo, nuera y nieta fue punta de lanza para la apertura de diversas causas judiciales, tanto en Argentina como en Uruguay.
A Juan Gelman le tocó sufrir lo más duro de la última dictadura militar argentina. Además del secuestro de su hija y la desaparición de su hijo y su nuera, se le sumó el nacimiento en cautiverio de su nieta, Macarena, con quien pudo reencontrarse en el 2000.
Su lucha incansable hizo que su caso, conocido públicamente, sirviese como testimonio y punta de lanza para la apertura de distintas causas judiciales, tanto en Argentina como en Uruguay, como la del Plan Cóndor y Robo de bebés.
El 26 de agosto de 1976 fueron secuestrados sus hijos Nora Eva y Marcelo Ariel, de 19 y 20 años respectivamente, junto a su nuera María Claudia Iruretagoyena, embarazada de siete meses. Su hijo y su nuera desaparecieron, junto a su nieta nacida en cautiverio. Recién en 1978, Gelman se enteró a través de la Iglesia Católica que su nuera había dado a luz, sin poder precisar dónde, ni el sexo del pequeño.
En 1990, el Equipo Argentino de Antropología Forense identificó los restos de su hijo Marcelo, encontrados en un río de San Fernando. Más tarde, también descubrió que su nuera había sido trasladada a Uruguay a través del Plan Cóndor y que había sido mantenida con vida al menos hasta dar a luz a una niña en el Hospital Militar de Montevideo.
A raíz de ello exigió la colaboración de los estados argentino y uruguayo en la investigación con el fin de hallar a su nieta. Gelman se topó con la oposición a investigar del por entonces presidente de Uruguay, Julio María Sanguinetti. En 2000, al mes de asumir el nuevo presidente de Uruguay, Jorge Batlle, la nieta de Gelman, fue encontrada y Gelman pudo reunirse con ella. Luego de verificar su identidad, la joven decidió tomar los apellidos de sus verdaderos padres, para llamarse María Macarena Gelman García.
En 1999 Gelman le exigió públicamente al Jefe del Ejército Argentino, general Martín Balza, la investigación del secuestro y asesinato de su hijo, aportándole el nombre y documentación sobre el supuesto responsable inmediato del crimen, el general Eduardo Rodolfo Cabanillas.
Gelman falleció luchando por encontrar los restos de su nuera María Claudia Iruretagoyena. Se había fijado 2008 para llevar a juicio oral y público a los militares y civiles acusados de dar muerte a Marcelo Ariel y otras cuatro personas, además de ser responsables de secuestros y torturas de otros 60 ciudadanos en el centro clandestino de detención Automotores Orletti.
El "Caso Gelman" dio lugar a varias causas judiciales en Argentina como la que juzga el Plan Cóndor y Robo de bebés, en las que Macarena Gelman ha declarado como testigo.
También existe una causa abierta en Uruguay, a raíz de una demanda formulada por Macarena, que fue durante años obstaculizada debido a la Ley de Caducidad o punto final, que regía en ese país y que fue vetada finalmente por el presidente uruguayo José "Pepe" Mujica.
En ese momento, Gelman y su nieta Macarena demandaron al Estado uruguayo ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que escuchó sus argumentos en una audiencia celebrada en noviembre de 2010 en Quito.
Juan Gelman y su nieta María Macarena |
Su lucha incansable hizo que su caso, conocido públicamente, sirviese como testimonio y punta de lanza para la apertura de distintas causas judiciales, tanto en Argentina como en Uruguay, como la del Plan Cóndor y Robo de bebés.
El 26 de agosto de 1976 fueron secuestrados sus hijos Nora Eva y Marcelo Ariel, de 19 y 20 años respectivamente, junto a su nuera María Claudia Iruretagoyena, embarazada de siete meses. Su hijo y su nuera desaparecieron, junto a su nieta nacida en cautiverio. Recién en 1978, Gelman se enteró a través de la Iglesia Católica que su nuera había dado a luz, sin poder precisar dónde, ni el sexo del pequeño.
En 1990, el Equipo Argentino de Antropología Forense identificó los restos de su hijo Marcelo, encontrados en un río de San Fernando. Más tarde, también descubrió que su nuera había sido trasladada a Uruguay a través del Plan Cóndor y que había sido mantenida con vida al menos hasta dar a luz a una niña en el Hospital Militar de Montevideo.
A raíz de ello exigió la colaboración de los estados argentino y uruguayo en la investigación con el fin de hallar a su nieta. Gelman se topó con la oposición a investigar del por entonces presidente de Uruguay, Julio María Sanguinetti. En 2000, al mes de asumir el nuevo presidente de Uruguay, Jorge Batlle, la nieta de Gelman, fue encontrada y Gelman pudo reunirse con ella. Luego de verificar su identidad, la joven decidió tomar los apellidos de sus verdaderos padres, para llamarse María Macarena Gelman García.
En 1999 Gelman le exigió públicamente al Jefe del Ejército Argentino, general Martín Balza, la investigación del secuestro y asesinato de su hijo, aportándole el nombre y documentación sobre el supuesto responsable inmediato del crimen, el general Eduardo Rodolfo Cabanillas.
Gelman falleció luchando por encontrar los restos de su nuera María Claudia Iruretagoyena. Se había fijado 2008 para llevar a juicio oral y público a los militares y civiles acusados de dar muerte a Marcelo Ariel y otras cuatro personas, además de ser responsables de secuestros y torturas de otros 60 ciudadanos en el centro clandestino de detención Automotores Orletti.
El "Caso Gelman" dio lugar a varias causas judiciales en Argentina como la que juzga el Plan Cóndor y Robo de bebés, en las que Macarena Gelman ha declarado como testigo.
También existe una causa abierta en Uruguay, a raíz de una demanda formulada por Macarena, que fue durante años obstaculizada debido a la Ley de Caducidad o punto final, que regía en ese país y que fue vetada finalmente por el presidente uruguayo José "Pepe" Mujica.
En ese momento, Gelman y su nieta Macarena demandaron al Estado uruguayo ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que escuchó sus argumentos en una audiencia celebrada en noviembre de 2010 en Quito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario