Las políticas activas que el gobierno nacional llevó adelante a lo largo de este año, con el objetivo de hacer más equitativa la distribución de la riqueza y generar más empleo, hizo que unos 144 mil millones de pesos fueran a parar en forma adicional y directa a los bolsillos de la gente.
Aparte de esto, se destinaron otros 55 mil millones de pesos a financiar el aparato productivo y a estimular fuertemente la actividad de la construcción, una de las principales generadoras de mano de obra.
Esta masa de dinero hizo que el consumo retomara los niveles previos a 2012, año que resultó ciertamente crítico por la incertidumbre generada a partir de las recesiones económicas en los países de Europa y en Estados Unidos, que todavía hoy viven un incremento incesante de la gente que se encuentra sin trabajo y sin dinero para vivir.
Como contrapartida, Argentina alcanzó este año una de las marcas históricas más bajas en materia de desempleo, al ubicarse en el tercer trimestre en 6,8 por ciento, número que se espera que siga en descenso, dado que los últimos tres meses del año son tradicionalmente los que mayor fuentes de trabajo generan.
Los dos aumentos a los jubilados totalizaron un incremento anual de casi 32 por ciento, por encima del aumento promedio de las paritarias y del salario mínimo, y significaron una inyección de 36.000 millones de pesos más al consumo.
Las paritarias cerraron este año con una media de 24 por ciento de incremento para los sueldos básicos de convenio, representando una masa adicional de 84.000 millones de pesos para los bolsillos de los trabajadores.
Del mismo modo, las subas para la Asignación Universal por Hijo (AUH) y Embarazo, y en las asignaciones familiares, además de los topes salariales para acceder a la misma, hicieron que el Estado pusiera este año 16.803 millones de pesos más en las manos de millones de familias argentinas.
Con el anuncio de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner de aumentar el mínimo no imponible en el Impuesto a las Ganancias, de 8.400 a 15.000 pesos, otros 4.500 millones de pesos terminaron reforzando los ingresos de los asalariados.
Esta decisión se suma a los ya 2.000 millones de pesos que significó la eliminación de Ganancias de último medio aguinaldo.
Y también están los 600 millones de pesos, del primer tramo del aumento de salario mínimo, vital y móvil, que lo llevó a 2.875 a 3.300 pesos a partir de agosto y hasta diciembre.
A todo este conjunto de dinero que suma 143.903 millones de pesos, se debe agregar los 30 mil millones de pesos que los bancos debieron poner a disposición del sector productivo, en créditos a una tasa de 15,25 por ciento, la más baja del mercado.
Y también los 13.000 millones de pesos destinados por el Banco Hipotecario, de participación estatal mayoritaria, a las más de 52.000 obras de construcción, refacción, ampliación y terminación del Programa de Crédito Argentino (Procrear), que ya se pusieron en marcha y generaron 150 mil puestos de trabajo en la industria de la construcción.
En el plano de la obra pública, el Programa “Más Cerca, Más Municipio”, benefició con 11.180 millones de pesos a miles de comunas de todo el país, que recibieron en manos de su intendente dinero fresco de la Nación para la realización de trabajos de infraestructura.
Estos incluyeron soluciones habitacionales, construcción de hospitales, escuelas, rutas, mejoramiento de calles, alumbrado y plazas, entre otras.
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