El hecho ocurrió el fin de semana pasado. "Nos pidieron que nos fuéramos porque a la gente le molestaba que nos besáramos”, contaron Belén y Agustina.
Agustina Pierres y Belén Zarranz (21) hace 6 meses que están en pareja. Son estudiantes de la Universidad de La Plata y se conocieron por Pilar, una amiga en común.
El sábado a la madrugada Belén estaba en el bar Mirapampa en La Plata (17 y 71) con un amigo, cuando cerca de las 05.00 llegó Agustina. “Nuestro amigo se fue a la barra y yo me saludé con Belén”, contó Agustina. No pasaron diez minutos cuando uno de los empleados del bar se acercó a la mesa y led dijo: "Lo que están haciendo es una falta de respeto. Hay clientes que se quejan".
Las chicas miraban sin poder creer. "Yo trabajé en Antonio (boliche gay platense) y ahí pueden ir y hacer lo que quieran, pero hay ciertas cosas que no se pueden hacer en cualquier lado. Así que chicas…", prosiguió el encargado.
"¿Nos estás echando?", preguntaron Agustina y Belén. "Hay cosas que no pueden hacer en este bar, vayan a boliches donde hay chicas como ustedes", respondió el hombre que dio media vuelta y se fue detrás de la barra.
Agustina y Belén se sintieron ofendidas. Si bien en el tiempo que llevan juntas tuvieron que enfrentarse a miradas inquisidoras y comentarios obscenos, nunca una persona les prohibió besarse en público.
“A la gente que viene acá no le gusta ver esta clase de exhibicionismo, para eso existen los boliches gays”, argumentó el empleado ante el amigo que acompañaba a las chicas y que se acercó a la barra a preguntar el por qué del planteo.
“Muchas veces nos pasa que estamos en un boliche y los tipos nos dicen cosas, o nos tocan, nos molestan. Se creen que lo que hacemos es para calentarlos a ellos y no entienden que somos una pareja”, contó Agustina. “Pero nunca nos pasó que nos echaran de un lugar”, agregó.
Las chicas sospechan que la idea de que la “gente se quejó” fue la excusa utilizada por el empleado para echarlas. A pesar del enojo y la indignación, Belén y Agustina no se quedarán de brazos cruzados. Convocaron para el viernes próximo a las 19.30 a una besada masiva frente al bar, donde están invitados todos y todas. Y están iniciando una denuncia ante el INADI.
A pocas horas de lo sucedido Belén publicó en su muro de Facebook: "Supuestamente habían ido un par de personas a quejarse por nuestro 'exhibicionismo' y el encargado no quería perder clientes. Nos terminamos yendo muy amargadas, sintiendo que seguimos siendo discriminadas cotidianamente en cualquier ámbito (sobre todo en boliches). No nos merecemos seguir siendo señaladas con el dedo por nuestras demostraciones de amor".
“Hace varios meses que estamos de novias y hemos vivido situaciones discriminatorias, en reiteradas ocasiones. Pero lo que nunca nos había pasado es que nos quieran echar de un lugar por nuestra condición sexual”, expresó por su parte Agustina, que contó que son muy pocos los boliches donde pueden manejarse libremente sin recibir ningún tipo de miradas ni comentarios.
La pareja asegura que convivir con ese tipo de actitudes “es angustiante” y sienten que el fin de semana pasado “se llegó a un límite que es intolerable. No queremos una sociedad que avale la discriminación. Es increíble que todavía hoy tengamos que dar explicaciones de lo que elegimos”. Y más grave aún: “Las lesbianas son peor vistas que las parejas de hombres, estamos consideradas como para calentar al resto y eso siempre es violento”.
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