El ex presidente afirmó que la acusación en su contra por el pago de sobornos en el Senado fue una "maniobra" que llegó muy lejos, al pedir la absolución en sus últimas palabras ante el tribunal que lo juzga y realizar una autocrítica por su renuncia.
"Desde el más alto cargo he podido ver muchas agachadas, operaciones, miserias, hay que estar en actitud para desarticularlas; admito que el golpe, la operación de que fuimos víctimas debí desbaratarla", dijo.
"Mi deber era persistir en el ejercicio del poder, no fui elegido para renunciar sino para cumplir con mi mandato. No haberlo podido hacer es uno de mis grandes dolores y asumo la responsabilidad", expresó De la Rúa ayer al promediar sus últimas palabras ante el Tribunal Oral Federal 3.
"Reconozco que los hechos en ese conjuro me superaron", agregó el ex presidente, quien pidió ser absuelto por el pago de sobornos y durante casi una hora realizó un repaso de la causa judicial, criticó al arrepentido Mario Pontaquarto y hasta recordó su paso por el acto que conmemoró los 30 años de democracia esta semana.
"Mi deber era persistir en el ejercicio del poder, no fui elegido para renunciar sino para cumplir con mi mandato. No haberlo podido hacer es uno de mis grandes dolores y asumo la responsabilidad", expresó De la Rúa ayer al promediar sus últimas palabras ante el Tribunal Oral Federal 3.
"Reconozco que los hechos en ese conjuro me superaron", agregó el ex presidente, quien pidió ser absuelto por el pago de sobornos y durante casi una hora realizó un repaso de la causa judicial, criticó al arrepentido Mario Pontaquarto y hasta recordó su paso por el acto que conmemoró los 30 años de democracia esta semana.
Para el ex presidente la causa por el pago de sobornos "fue una maniobra que fue creciendo como un inmenso globo y culminó luego con la renuncia del vicepresidente (Carlos "Chacho" Alvarez) y al final del 2001 con mi propia renuncia, había intereses políticos y económicos para licuar deudas".
Al inicio de la audiencia, el ex secretario parlamentario del Senado y "arrepentido" de la causa Mario Pontaquarto ratificó que se pagaron sobornos.
"Mi confesión fue fruto de mi reflexión personal pura y exclusivamente, ratifico absolutamente como fueron los hechos, hubo una reunión en la Casa de Gobierno", en la cual "en presencia del señor Presidente se acordó pagar sobornos", dijo en sus últimas palabras.
A su turno De la Rúa calificó como "absurda" esa versión. "Es una gran mentira, jamás el Presidente dijo semejante cosa y jamás pudo admitir que se comprara una ley".
"Fueron muy lejos con la maniobra, justo ahora que se cumplen 30 años de democracia y hay que cuidarla, en el 2000 seguramente era débil, susceptible de agresiones. No sé ahora, creo que ahora podemos verla consolidada, por eso fui los otros días invitado a la Casa de Gobierno, pensé que cumplía mi deber institucional", agregó
También criticó a quienes integraron su Gobierno "y se esconden en vez de defender, huyen y cuando se deroga la ley hablan de la mayor vergüenza institucional de la historia del país, como hizo (Rodolfo) Terragno. Hace poco lo vi y no le negué el saludo, tenemos que comprender la debilidad humana, no me toca juzgarlos".
"Tengo un dolor intolerable pero no odio", resaltó De la Rúa ante los jueces, quienes deben evaluar un pedido de condena a seis años de prisión hecho por la fiscal de juicio Sabrina Namer.
"Mi indignación es por mezclarme en una causa sobre corrupción, porque la combatí toda la vida, la detesto", manifestó y agrecó que "esto es un manoseo, humillación, vergüenza, esto me duele que vengan a ofender el honor y buen nombre de quien accedió al máximo honor que puede dispensar la Patria, vengo a defender la institución presidencial y al Senado".
"Yo no me enriquecí en el gobierno, todo lo contrario, fundé un Gobierno basado en el diálogo y el consenso, por eso hablaba con la oposición". El impacto que tuvo este episodio vino a golpearnos en lo más sensible, en la transparencia, el compromiso de combatir la corrupción como modo y tradición de vida", acotó.
También criticó a la prensa por instalar "un escándalo sin análisis crítico ni confrontación", algo que "contribuyó a una creencia colectiva y fundamentalmente hizo daño a la democracia y a la estabilidad institucional".
Al inicio de la audiencia, el ex secretario parlamentario del Senado y "arrepentido" de la causa Mario Pontaquarto ratificó que se pagaron sobornos.
"Mi confesión fue fruto de mi reflexión personal pura y exclusivamente, ratifico absolutamente como fueron los hechos, hubo una reunión en la Casa de Gobierno", en la cual "en presencia del señor Presidente se acordó pagar sobornos", dijo en sus últimas palabras.
A su turno De la Rúa calificó como "absurda" esa versión. "Es una gran mentira, jamás el Presidente dijo semejante cosa y jamás pudo admitir que se comprara una ley".
"Fueron muy lejos con la maniobra, justo ahora que se cumplen 30 años de democracia y hay que cuidarla, en el 2000 seguramente era débil, susceptible de agresiones. No sé ahora, creo que ahora podemos verla consolidada, por eso fui los otros días invitado a la Casa de Gobierno, pensé que cumplía mi deber institucional", agregó
También criticó a quienes integraron su Gobierno "y se esconden en vez de defender, huyen y cuando se deroga la ley hablan de la mayor vergüenza institucional de la historia del país, como hizo (Rodolfo) Terragno. Hace poco lo vi y no le negué el saludo, tenemos que comprender la debilidad humana, no me toca juzgarlos".
"Tengo un dolor intolerable pero no odio", resaltó De la Rúa ante los jueces, quienes deben evaluar un pedido de condena a seis años de prisión hecho por la fiscal de juicio Sabrina Namer.
"Mi indignación es por mezclarme en una causa sobre corrupción, porque la combatí toda la vida, la detesto", manifestó y agrecó que "esto es un manoseo, humillación, vergüenza, esto me duele que vengan a ofender el honor y buen nombre de quien accedió al máximo honor que puede dispensar la Patria, vengo a defender la institución presidencial y al Senado".
"Yo no me enriquecí en el gobierno, todo lo contrario, fundé un Gobierno basado en el diálogo y el consenso, por eso hablaba con la oposición". El impacto que tuvo este episodio vino a golpearnos en lo más sensible, en la transparencia, el compromiso de combatir la corrupción como modo y tradición de vida", acotó.
También criticó a la prensa por instalar "un escándalo sin análisis crítico ni confrontación", algo que "contribuyó a una creencia colectiva y fundamentalmente hizo daño a la democracia y a la estabilidad institucional".
El juicio seguirá el martes próximo con las últimas palabras de los demás acusados y para el 23 de diciembre se anunció el veredicto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario