Un informe de la Fundación Pensar, usina de ideas del PRO, destaca que "la recuperación económica en un contexto externo favorable y la implementación de medidas de alto impacto distributivo permitieron lograr mejoras significativas en los indicadores de desigualdad durante el período 2003-2012".
De esta manera, el macrismo reconoció los logros alcanzados durante los 10 años de gestión kirchnerista y admitió que los avances fueron conseguidos gracias a políticas como la inclusión de más argentinos en el sistema previsional y la aplicación de la Asignación Universal por Hijo (AUH), además de la recuperación del salario y del empleo.
Según el trabajo "La desigualdad en Argentina 2003-2012", la relación entre el ingreso familiar per cápita del 10 por ciento más rico de la población sobre el del 10 más pobre "pasó de 40 veces en el pico de la crisis de 2001 a poco menos de 20" en la actualidad, es decir, se redujo a la mitad.
De acuerdo a este análisis elaborado por la Fundación que asesora al doblemente procesado jefe de Gobierno porteño, Mugrizio Macri, "la caída en la desigualdad de los ingresos laborales explicaría entre 67 y 80 por ciento de la disminución de la desigualdad en el país".
"El resto se debe principalmente a las medidas adoptadas en el campo jubilatorio y a políticas de soporte de ingresos, como la AUH", subrayó el informe.
También reconoció que "las principales economías latinoamericanas han tenido mejoras distributivas semejantes desde principios de la década de 2000" y afirmó que "hoy Argentina tiene una distribución relativamente más igualitaria que otros países de la región".
Por otra parte admitió que durante la tercera presidencia de Juan Domingo Perón, en 1974, la Argentina alcanzó su máximo grado de igualdad social, para tras su fallecimiento y posterior golpe cívico militar, en 1976, iniciarse un derrotero de decadencia tanto en la dictadura, como en los gobiernos democráticos de Raúl Alfonsín, del turco innombrable y de Fernando de la Rúa.
Al respecto, destacó que "a pesar de los conflictos y la violencia característicos de la época, a mediados de la década de 1970 la sociedad argentina era relativamente igualitaria en términos socioeconómicos, con niveles de pobreza bajos en comparación con otros países de América Latina y una clase media extendida".
Tomando "datos relevados por el Centro de Estudios Distributivos, Laborales y Sociales de la Universidad Nacional de La Plata (CEDLAS) y el Banco Mundial en base a la Encuesta Permanente de Hogares (EPH)", puntualizó que "en 1974 el ingreso familiar per cápita del 10 por ciento más rico de la población equivalía a 9,5 veces aquel del 10 más pobre".
Remarcó que "a partir de entonces la desigualdad económica fue aumentando de manera casi ininterrumpida hasta alcanzar su punto máximo en 2001, cuando la brecha de ingresos había trepado a 40".
"En consonancia con lo que viene sucediendo en otros países de América Latina, este proceso parece haberse revertido desde inicios de la década de 2000", subrayó en informe del macrismo.
Afirmó también que "se llega a conclusiones similares observando la evolución del coeficiente de Gini a lo largo del período comprendido entre el segundo semestre de 2003 y el segundo semestre de 2012" y sostuvo que "la caída durante este período estuvo entre 15,8 y 19,2 por ciento".
Asimismo destacó que "fue particularmente relevante la caída de la tasa de desocupación", que pasó de 20,4 por ciento en el primer trimestre de 2003 a 7,5 en el cuarto de 2007.
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