La presidenta de la asociación "Todos los Niños Robados Son También Mis Niños", Soledad Luque, presentó una demanda por la apropiación de su hermano nacido en 1965 en Madrid. Recurrió a los tribunales argentinos por la falta de investigación en España sobre crímenes de la dictadura franquista.
Soledad Luque, junto a Estela de Carlotto, titular de Abuelas de Plaza de Mayo
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La fuerte política en materia de derechos humanos que impulsó el kirchnerismo desde que fue elegido para gobernar, logró importantes condenas a militares que hasta entonces habían sido perdonados, indultados o sobreseídos.
Como alguna vez víctimas del terrorismo de estado en la última dictadura militar argentina se presentaron ante el juez Baltasar Garzón, la presidenta de la asociación "Todos los Niños Robados Son También Mis Niños", Soledad Luque, recurrió al a justicia argentina para dar a conocer el robo de su hermano mellizo cuando era un bebé, bajo el criterio de la justicia universal contra delitos de lesa humanidad.
Luque preside una organización que sostiene que el robo de bebés fue un plan sistemático: "Consideramos que son crímenes del franquismo". Por ello se presentó ante la jueza María Servini de Cubría en Buenos Aires, ante la falta de investigación en España en las causas relacionadas con la dictadura franquista.
La activista por los Derechos Humanos se sumó a la querella que otras ocho asociaciones de víctimas del régimen franquista han iniciado en 2011 en Argentina.
“Mi caso es uno más de miles”, relató Soledad Luque en una rueda de prensa en la sede de la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo.
El abogado argentino residente en Madrid Carlos Slepoy, representante legal en la década del 90 de varias víctimas de los militares argentinos durante 1976 y 1983 ante el entonces juez Baltasar Garzón, ahora lleva adelante las denuncias contra el franquismo en Argentina.
“En España hubo 30.000 niños apropiados desde la Guerra Civil hasta finales de los 50, se quitaban niños de hasta tres años a madres republicanas, y luego esto se convirtió en práctica generalizada contra decenas de miles de hijos de mujeres pobres o madres solteras”, explicó Slepoy.
Tanto Luque como Slepoy destacaron el apoyo que recibieron el pasado miércoles por parte de diputados argentinos, que integran la Comisión de Derechos Humanos de la cámara baja del Congreso, quienes firmaron un proyecto de repudio a los delitos cometidos por el régimen liderado por Francisco Franco.
Legisladores kirchneristas, radicales, miembros de la coalición cívica y de varios partidos de izquierda, apoyaron el juicio que se lleva adelante en Argentina.
Las víctimas del franquismo sueñan con que se repita la historia de lo que ocurrió con los crímenes de la dictadura argentina, como modo de presión sobre las autoridades españolas.
Pero para reforzar el juicio en Argentina, organizaciones sociales españolas crearán una plataforma de apoyo conformada por Abuelas y Madres de Plaza de Mayo, la Central de Trabajadores de Argentina (CTA), militantes kirchneristas, Amnistía Internacional, entre otras entidades.
Además, el letrado Slepoy anunció que le pedirá a las autoridades eclesiásticas de Madrid y Euskadi, para que se reabran archivos sobre 40 curas vascos represaliados por el franquismo. La idea surgió a partir del ejemplo de Abuelas de Plaza de Mayo, que le formuló una petición similar al papa Francisco, para averiguar sobre sus nietos robados.
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