Marcelo Cuenca, de la diócesis Cuenca del Alto Valle, defendió al cura condenado por abuso sexual y afirmó que las pruebas en su contra "son una cosa armada por el poder económico".
"Yo creo que el padre Grassi es totalmente inocente", expresó ayer a la mañana el obispo rionegrino de la diócesis Cuenca del Alto Valle, Marcelo Cuenca, al considerar que la causa contra el cura condenado por abuso de menores es "una cosa armada por el poder económico".
"Honestamente, y sin erigirme en juez, creo que el padre Grassi es totalmente inocente y le han querido colgar, sumar, una acusación que responde a otros motivos y no a esta lamentable situación que reconozco pueden haber vivido algunos sacerdotes, de abuso de niños", manifestó Cuenca en declaraciones radiales.
El miércoles, un fallo de la Suprema Corte de Justicia bonaerense ratificó la condena contra el sacerdote Julio César Grassi por abuso sexual agravado y corrupción de menores.
Durante la entrevista, Cuenca contó que entre los obispos fueron repartidos tres libros que demuestran "los elementos de inocencia" del caso y afirmó que "a mí me llegó el tercer volumen ayer (por el miércoles) de cómo este proceso, intentando ensuciar y manchar el padre Grassi ha sido una cosa armada porque el poder económico que Grassi no permitió usar ha querido vengarse de él excluyéndolo de un servicio que el desarrolló claramente".
Cuenca cuestionó la acusación del padre Grassi, quien "en realidad fundó una obra de la caridad a un servicio que mucho antes podría haberse ocupar caminos legales donde no se pagan impuestos, donde tienen este servicio que es atender a los que más necesitan".
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