Editorial - Por Soledad Sganga
A casi dos meses de
las elecciones parlamentarias, y pasadas ya las elecciones Primarias Abiertas y
Obligatorias se pueden ver diferentes resultados y desafíos a encarar para el
próximo 27 de octubre.
Las PASO dejaron un
claro mensaje a todo el arco político. Desde un llamado de atención, si así se
lo quiere ver, al oficialismo. También un llamado de atención para la oposición.
Pero los números engañan y mal informados pueden confundir bastante el mapa
político que resultaría de mantenerse ese mismo resultado.
Si se realiza una
comparación con las elecciones parlamentarias de 2009, donde el kirchnerismo
perdió, y teniendo en cuenta que en ésa oportunidad todavía no se había implementado
la Reforma Política nos encontramos que el Frente Para la Victoria hizo una
mejor elección. En el 2009, obtuvo 210.136 votos y en 2013, 375.663 votos. El
PRO que no tiene una proyección a nivel nacional aumentó su caudal de votos de 561.847 a 593.945, y lo
que en 2009 era Proyecto Sur + La Coalición Cínica obtuvo 782.022 para pasar a
tener bajo las tres fórmulas de UNEN 605.723. Es decir que quien sumó más votos
a lo largo de éstos años, fue el Frente Para la Victoria en unos 165.527 votos,
el Pro unos 32.098, mientras que con tres listas distintas UNEN perdió 176.299
votos.
Como se puede ver,
los números pueden resultar engañosos si no se los analiza objetivamente y sin
ninguna intencionalidad.
Las elecciones del
11 de agosto si bien tomando los resultados en términos de porcentaje y en los
términos en los que tanto oposición como corporación mediática arrojan una
derrota del gobierno y un tan deseado fin de ciclo, cuando se pone la atención
en lo que verdaderamente importa, que es la conformación de ambas cámaras, el
panorama cambia.
El FPV sigue siendo
a nivel nacional la primera fuerza política, obtuvo resultados satisfactorios
en 10 provincias mientras que, muy por debajo, lo sigue la UCR con 5 provincias.
Y al mismo tiempo,
hay que tener muy en cuenta, las bancas que cada partido pone en juego.
De darse los mismos
resultados, de 25 bancas que debe renovar la UCR sólo obtuvo 9, el PRO de 8
obtuvo 5, el FAP de 8 obtuvo 9, Francisco De Narcováez de 14 obtuvo 4, CC y
Proyecto Sur (ahora UNEN) de 15 obtuvo 6, y finalmente el FPV de 35 obtuvo 39.
Esto en la Cámara de Diputados.
No es menos las
bancas que cada partido pone en juego, ya que como se ve claramente, los
partidos de la oposición tienen mucho más para poner en juego que el
oficialismo.
El Frente Para la
Victoria obtuvo a nivel nacional, una amplia diferencia a favor respecto de las
otras fuerzas políticas. A nivel nacional para senadores obtuvo un 27,45 % y el
segundo, UNEN obtuvo el 12.01 %. En cuanto a diputados a nivel nacional el FPV
obtuvo el 26,31% y el segundo el Frente Renovador (que sólo tiene armado político
en la Pcia. de Bs. As) un 12,01 %.
Por lo tanto, lo
que arrojan los números y su correspondiente análisis no es resultado adverso
para oficialismo. De mantenerse los mismos resultados el kirchnerismo sigue
siendo la primera fuerza a nivel nacional y mantendría y hasta podría mejorar
las mayorías en ambas Cámaras.
Parece necesario
hacer estas aclaraciones, ya que inmediatamente después de conocidos los resultados
tanto miembros de la oposición como los medios presentaron un panorama de
derrota del gobierno y un panorama de triunfalismo para ellos. Si bien los
porcentajes pueden dar a primera vista esa sensación, la realidad es otra.
Teniendo en cuenta
que muchas de las fuerzas no tienen un armado político a nivel nacional, que
UNEN tiene una composición muy heterogénea en cuanto a la ideología de sus
candidatos y que sólo el FVP, no solo tiene un armado político a nivel nacional
sino que tiene el mismo modelo y las mismas ideas.
Pero no debemos
quedarnos sólo con eso. Hay que seguir mejorando la comunicación y la campaña,
para poder mejorar en aquellos puntos del país en los cuales se han perdido
votos o no arrojaron los resultados esperados.
Hay que ampliar el
espectro de la comunicación; tenemos 10 años que respaldan no sólo las
propuestas sino que, esas propuestas están respaldadas con una realidad que ha
cambiado.
Porque seguimos
defendiendo las mismas banderas, no sólo en el tiempo sino a lo largo y ancho
de nuestro país, hay que seguir profundizando. Saliendo a la calle, hablando
con la gente, sobretodo con aquellos que no están del todo de acuerdo con
muchas medidas. Explicar de manera clara para que todos puedan comprender el
por qué de determinadas medidas.
Por lo tanto, sin
prisa pero sin pausa, hay que seguir para adelante, no desandar el camino, por
mas palos en la rueda que intenten poner, por más campañas mediáticas; es responsabilidad
nuestra de llevar un mensaje claro, derribando mitos y mentiras. Todo está en
nuestras manos. Y podemos hacerlo.
NdR: LA DEFORMACIÓN DE APELLIDOS Y DENOMINACIÓN DE FUERZAS POLÍTICAS ES RESPONSABILIDAD DE LA REDACCIÓN DE CURRÍN Y NO DE LA EDITORIALISTA.
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