En Currín repasamos cómo andan de números los diputados que buscan renovar sus bancas. Diferencias y similitudes entre Francisco De Narcováez, Margarita Stolbizer y Juliana Di Tullio. Eterate si tienen asistencia perfecta, quién no pronunció una palabra en cuatro años y qué proyectos presentaron.
A pocos días de las elecciones primarias, un repaso necesario para saber cómo andan de números los diputados Francisco De Narcováez, Margarita Stolbizer y Juliana Di Tullio.
A pocos días de las elecciones primarias, un repaso necesario para saber cómo andan de números los diputados Francisco De Narcováez, Margarita Stolbizer y Juliana Di Tullio.
¿Cuáles son las simitudes y diferencias entre estos tres precandidatos que buscan renovar sus bancas?
Se autodefine como un “mal discurseador”, sus intervenciones fueron casi nulas, permaneció cuatro años sin abrir la boca en el recinto y hasta llegó a dormirse en plena sesión. Sí, hablamos de Francisco De Narcováez, diputado por la provincia de Buenos Aires desde 2006.
El narcolombiano figura entre los diputados que más faltaron al recinto y sus faltazos se dieron incluso a sesiones clave como el tratamiento de la Ley de Muerte Digna o la Estatización de las AFJP.
Cuando va al recinto, se destaca por dormir o por pasar inadvertido y, aunque en campaña continuamente pregona que hay que debatir, durante las sesiones de 2012 sólo pronunció 385 palabras.
A diferencia de De Narcováez, Margarita Stolbizer tuvo buenos números en asistencia durante su gestión legislativa.
Sin embargo, pegó el faltazo a sesiones claves como las del voto a los 16 y la Estatización de YPF.
Aunque dio su voto positivo a varios proyectos oficialistas como la Ley de fertilización asistida, la de identidad de género y Muerte Digna, la eterna candidata a gobernadora bonaerense le dio un no rotundo al proyecto de Reforma Judicial y la expropiación de la ex imprenta Ciccone.
Otra mujer y que también tiene números verdes en asistencia es Juliana Di Tullio. La psicóloga social que se reivindica como “peronista y feminista” es una ferviente defensora de la no aprobada despenalización del aborto y se destaca por su presentismo.
Sobre su labor legislativa, el matutino La Nazión hasta llegó a titular: “La agenda femenina tiene banca”. Es que durante su gestión, presentó y apoyó proyectos en defensa de las minorías y los derechos de la mujer.
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