El ministro de Planificación Federa respondió una nota de ese matutino donde se compara al fascismo con las políticas del gobierno nacional para "democratizar" la Justicia.
De Vido aseguró que "ya son varios de la gran prensa" que intentan encontrar similitudes entre el nazismo y el gobierno nacional.
La nota a la que responde el funcionario nacional fue publicada el domingo pasado, se titula "1923", y señala que "el auge del fascismo demolía las libertades individuales y las instituciones del Estado de Derecho, empezando por la Justicia".
Este artículo llega tras otro polémico editorial de La Nazión, "1933", en el que se advertía, "salvando enormes distancias", sobre paralelismos entre los trágicos hechos que acompañaron la caída de la República de Weimar en la Alemania pre-nazi y la actualidad argentina.
En la respuesta publicada ayer en Página/12 y titulada "2013", De Vido advierte que "ya son varios los devaneos de la gran prensa, sobre todo del diario La Nazión, intentando forzar parecidos entre el fascismo o el nazismo con los gobiernos de Perón, junto con la –no tan subliminal– intención de emparentar al gobierno actual de Cristina Fernández de Kirchner con alguna de esas ideologías".
El titular de Planificación reflexionó que "el poder concentrado que, salvo períodos intermitentes, viene gobernando 'en paralelo' a la Argentina desde hace 200 años (y que ciertamente no dejó de mostrar simpatías no sólo por éstos sino por todos los modelos autoritarios) debe estar muy desesperado por la carencia de argumentos como para utilizar los actuales, cuya peligrosidad es dejarlos a ellos ideológica e inmensurablemente más pegados que al Gobierno".
Califica de "un intento surrealista", el paralelo que efectúa el matutino al referirse a "cómo camisas negras, pardas o del color que sean asaltaron el poder desequilibrado de un continente basado en la gula y el desprecio" y "el surgimiento de una juventud nuevamente politizada".
"Sólo un ignorante, un perdulario o un malintencionado puede confundir las luchas por la emancipación y la dignidad de un territorio sometido con el descarnado fraticidio que protagonizó Europa, luego de enriquecerse a costa del resto del mundo", afirma la columna.
En esa línea, De Vido interpreta que "tal vez ésta sea la intención oculta. Envenenar" y plantea que esa "no difiere en mucho de la actitud de los grupos económicos concentrados del Viejo Continente...Tal vez porque muchos de ellos (quizá demasiados) atravesaron esas conflagraciones sin hacerse cargo de nada o de muy poco. Y todavía hoy siguen activos".
El funcionario nacional repara en "la impunidad de los más ricos" como "una constante en la historia" al señalar que "arrasaron cualquier intento por democratizar el debate en aquellas latitudes".
"No pusieron reparos en mandar a morir por ellos a millones de personas...no sólo en las dos grandes guerras. También en cada uno de los conflictos coloniales, en las guerras de emancipación, en las luchas populares del resto de los continentes, excepto en el territorio de aquellos países que -por su creciente poder- pasaron de sometidos a aliados, a fuerza de oro y cañonazos", describe.
De Vido remite a "la historia bien contada" como la "gran curadora" que en tiempos "de democracia y debate abierto, es posible relatarla sin que nadie le ponga a uno una capucha, lo meta en un sótano y lo tire después al río, luego de torturarlo para saber de dónde sacó informaciones tan peligrosas como para poner en riesgo la continuidad del statu quo".
"Realmente mueve a risa. Que los grupos de poder intenten teñir el protagonismo popular con colores fascistas o directamente nazis es patético", señala en su columna de opinión.
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