Los mandatarios de Suramérica expresaron una fuerte condena a España, Francia, Italia y Portugal por haber causado la retención ilegal en Europa del presidente de Bolivia, Evo Morales, y reclamaron a esos cuatro países que se disculpen.
Los gobiernos de la región respaldaron y desagraviaron al mandatario boliviano y exigieron a dichos países europeos que “expliquen las razones de la decisión de impedir el sobrevuelo del avión” que lo traía de regreso desde Moscú.
La posición del subcontinente fue expresada en la “Declaración de Cochabamba”, documento del oficialmente llamado “Encuentro de presidentes de Suramérica” celebrado anoche en esta ciudad boliviana, luego de un acto público al que concurrieron varios de los mandatarios.
La Declaración denuncia “la flagrante violación de los tratados internacionales que rigen la convivencia pacífica, solidaridad y cooperación” entre los Estados, lo que “constituye un acto insólito, inamistoso y hostil”.
Ello configura “un hecho ilícito que afecta la libertad de tránsito y desplazamiento de un jefe de Estado y su delegación oficial”, afirmaron los mandatarios.
El texto afirma que “la inaceptable restricción a la libertad” de Morales, “convirtiéndolo virtualmente en un rehén, constituye una violación de derechos no sólo al pueblo boliviano sino a todos los países y pueblos de Latinoamérica, y sienta un peligroso precedente en materia del derecho internacional vigente”.
“Exigimos a los gobiernos de Francia, Portugal, Italia y España expliquen las razones de la decisión de impedir el sobrevuelo del avión presidencial del Estado Plurinacional de Bolivia por su espacio aéreo”, indica el documento.
También requirió a esos cuatro gobiernos que “presenten las disculpas públicas correspondientes en relación a los graves hechos suscitados”.
Del encuentro, realizado en el hotel Cochabamba, en la zona norte de la ciudad, participaron los presidentes de la Argentina, Cristina Fernández de Kirchner; Bolivia, Evo Morales; Ecuador, Rafael Correa; Surinam, Desiré Delano Bouterse; Uruguay, José Mujica, y Venezuela, Nicolás Maduro.
En tanto, Brasil estuvo representado por el canciller interino, Eduardo dos Santos, y Chile, Colombia y Perú, por sus embajadores en Bolivia.
Más temprano, Cristina, Morales, Correa y Maduro habían sido los oradores principales de un acto en el Coliseo de la Coronilla, un amplio estadio cubierto de la zona sur de la ciudad, colmado por miles de simpatizantes y militantes de organizaciones sociales, muchos de ellos con atavíos típicos y otros, con cascos y uniformes de trabajo.
“Indigno presidente Rajoy que pretendió revisar el avión presidencial de Bolivia, abusador; el día que el presidente Rajoy venga a sobrevolar nuestro espacio aéreo, nosotros podríamos bajarlo y revisarle el avión para ver si trae droga o los euros que se roba del pueblo español”, afirmó Maduro en el acto.
El de España fue uno de los gobiernos señalados por Bolivia de negar el paso del avión presidencial, aunque las autoridades españolas negaron esa determinación y, finalmente, permitieron que la aeronave hiciera escala en las islas Canarias.
Correa subrayó que no entendía cómo los países europeos, en lugar de estar defendiendo a sus pueblos del “mayor caso de espionaje a nivel de la historia de la humanidad”, tratan de “vejar” a un jefe de Estado indígena como Morales.
El mandatario boliviano, en tanto, manifestó que su país jamás será sometido a chantajes porque sus habitantes tienen “dignidad y soberanía” y señaló la posibilidad de cerrar la embajada de Estados Unidos en La Paz.
“No me va a temblar la mano para cerrar esa embajada; sin Estados Unidos estamos mejor; no necesitamos embajada de Estados Unidos en Bolivia; no necesitamos, so pretexto de cooperación, de relación diplomática, que vengan a conspirar desde adentro”, remarcó el mandatario.
Cristina, quien llegó al estadio sobre el final del acto, reclamó “muy serena pero muy seriamente a quienes han violado el derecho que subsanen esto y se hagan cargo de los errores cometidos, que pidan perdón alguna vez en su vida por lo que han hecho”.
Cabe recordar que Bolivia denunció ante la Organización de Naciones Unidas (ONU) a España, Francia, Italia y Portugal.
Estos cuatro países revocaron la autorización que habían dado para que el avión presidencial boliviano -que llevaba a Morales de regreso a La Paz desde Moscú- atravesara sus respectivos espacios aéreos ante la sospecha de que la nave transportara al espía Edward Snowden, requerido por Estados Unidos.
Sin embargo, sólo Francia admitió haber adoptado la medida, mientras España y Portugal la desmintieron, Italia guardó silencio y Estados Unidos la reconoció pero la atribuyó a las autoridades de los países que las decidieron.
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