"Los hechos son sagrados, pero el comentario es libre", dijo el juez de la Corte Suprema, tras los tuits de la presidenta que cuestionan la acordada de la Corte que permite la permanencia de Fayt en el máximo tribunal a sus 95 años, violando la Constitución.
"Los hechos son sagrados, pero el comentario es libre", dijo el juez Carlos Fayt, enigmático, a través de su chofer a unos periodistas que aguardaban por su palabra en la puerta de su domicilio.
El longevo magistrado hizo esas declaraciones luego de que la presidenta cuestionara la continuidad del magistrado en la Corte Suprema por un una enmienda constitucional, pese a cumplir el límite de edad.
"Cuando mencioné el origen político de algunos integrantes de la Corte Suprema de Justicia, se me olvidó nada más ni nada menos... el casi centenario miembro de la Corte (...). No puede ser! Si la Constitución Nacional establece un límite de 75 años para ser parte del alto tribunal...”, había tuiteado la presidenta.
“¿Ven que están mal informados? –insistió Cristina a través de la red social–. Por una acordada (decisión que puede tomar por simple mayoría la Corte Suprema)... la Constitución, la Ley y lo que diga María Santísima... out. Dura lex no lex. (El aforismo me pertenece)".
El abogado constitucionalista Raúl Ferreyra, explicó: "La sentencia pronunciada en Fayt, con envase de interpretación contiene una enmienda constitucional; mejor dicho, una contrarreforma constitucional".
En una columna del diario Tiempo Argentino titulada Caso Fyat: juzgar y construir, Ferreyra resume: "Su contenido constituye una invención jurídica, que desagrega –¿para este caso?– un texto explícito incluido democráticamente por el poder reformador. La exclusión del límite de edad que se hizo en Fayt configura una forma de gobierno de los jueces prohibida constitucionalmente, porque no hace falta decir: ¡que la Constitución es creada por los ciudadanos y ciudadanos que integran el pueblo!".
No hay comentarios:
Publicar un comentario