martes, 4 de junio de 2013

Salarios, jubilaciones y AUH suman $ 110 mil millones más al consumo

La cifra surge de agregarles a los aumentos ya anunciados por Cristina Fernández para el salario familiar y las asignaciones, los incrementos que se alcanzarán en las paritarias y en las jubilaciones, tras el alza de septiembre.

La predicción en torno al funcionamiento de las principales variables de la actividad económica suele ser un vicio sobrevalorado entre los especialistas de la profesión, sumado a que la experiencia local en la materia, plagada de pifias, ha  demostrado los riesgos que implica. Sin embargo, un análisis de los recientes anuncios oficiales en materia de ingresos –aumentos en asignaciones familiares y Asignación Universal por Hijo y Embarazo (AUH), paritarias y jubilaciones– permiten proyectar un importante estímulo al consumo durante el segundo semestre del año, a través de la inyección adicional de un piso superior a los 110 mil millones de pesos.

El pasado 22 de mayo, la presidenta Cristina Fernández anunció un paquete de medidas destinadas a los sectores de menores recursos, donde se destaca el incremento superior al 35% en la AUH (pasó de $ 340 a 460) y la suba en el tope salarial para percibir las asignaciones familiares, entre otras, lo que representa una inversión social adicional de 16.800 millones de pesos de cara a la segunda parte del año.

A ello hay que agregar que durante este período, en septiembre para ser exactos, se producirá el segundo incremento anual para jubilados y  pensionados establecido por la Ley de Movilidad Jubilatoria (el primero tiene lugar en marzo). 

El cálculo del  incremento es el resultado promedio de dos variables, el Índice de Salarios publicado por el Indec y las variaciones producidas en dos semestres consecutivos en los recursos del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) de la Administración Nacional de la Seguridad Social. En marzo pasado, las jubilaciones subieron un 15,1%, pasando el haber mínimo de $ 1879 a 2165. Según anunció la presidenta, la medida implicó un desembolso de $ 2560 millones por mes, y unos $ 33.289 millones al año. Suponiendo que el aumento de septiembre se encuentre en sintonía con lo acontecido en el primer tramo, implicará una inyección de $ 2000 millones por mes, unos $ 12 mil millones para el segundo semestre. Sumados, los aumentos en asignaciones y jubilaciones equivalen a desembolsos por casi $ 29 mil millones para los próximos meses. 

En ambos casos los sectores destinatarios coinciden con aquellos que tienen mayor propensión marginal al consumo, esto es, cada aumento en el ingreso percibido tiene como consecuencia un mayor gasto en un determinado conjunto de bienes, principalmente aquellos que constituyen la canasta básica.

¿Qué sucede con los asalariados? El impacto que tendrán las subas acordadas en los diferentes paritarios no es fácil de medir, no sólo porque las subas no son homogéneas entre las diversas actividades económicas, sino también porque implican distintos esquemas o pautas de implementación, desde acuerdos que van más allá de los 12 meses (encargados de edificios, trabajadores de la electricidad, Obras Sanitarias), incluso en muchos casos existen retroactivos, habida cuenta el tiempo transcurrido desde la finalización del convenio del 2012 hasta la firma del actual.

Haciendo esa salvedad, un informe oficial indica que, estableciendo como referencia el incremento del 24% logrado por algunos grandes gremios (metalúrgicos, construcción y mercantiles, entre otros) y manteniendo constante la cantidad de asalariados registrados en 2012 (unos 9,8 millones entre empleados públicos y del sector privado), la masa salarial neta, es decir, el ingreso que va al bolsillo del trabajador una vez efectuados los descuentos pasará de $ 54.470.514 mensuales a  71.263.438, mensuales, es decir, una diferencia de $ 13.792.923.533. Multiplicado para el segundo semestre, arroja un monto total de $ 82.757.541.

Aquí la propensión marginal al consumo es menor –hay mayor capacidad de ahorro dependiendo de los segmentos– e incluso cambia el tipo de consumo, con una mayor cantidad de bienes durables. 

"En el primer trimestre tenemos un estimado en la caída del consumo del 1,1% en términos interanuales. Para el segundo trimestre, prevemos una recuperación del 2,4% comparado con el mismo trimestre del año anterior, del 3,1% en el tercer trimestre y del 4,3% en el cuarto trimestre", proyectó el economista Fausto Spotorno, de la consultora Orlando Ferreres & Asociados. 

Por su parte, Mariano Lamothe, de la consultora Abeceb, trazó un panorama  un poco más pesimista: "Todo esto (paritarias, asignaciones) acompaña, pero lo que pasa es que los salarios ya no crecen más por encima de la inflación, es decir, no crece más el salario real. La reacción del consumo no va a ser tanta como en otros momentos en que se inyectaba bajo un mismo esquema dinero en la economía", señaló. 

Para Spotorno, en cambio, "además de las asignaciones, paritarias y jubilaciones está el tema de la actual cosecha, que se traslada a mayor ingreso en las economías del interior. Hay que ver cuánto se liquida, pero siempre algo llega y se ve bien durante el tercer trimestre".

FUENTE: TIEMPO ARGENTINO

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