Fracasaron los intentos del procesado alcalde porteño por cerrar un frente con Roberto Lavagna y Francisco de Narcováez. El PRO tampoco pudo conseguir una alianza con De la Chota. Desde cada espacio atribuyeron el desencuentro a "una lucha de egos" y a las pretensiones excesivas de los dirigentes.
Los caminos de Mugrizio Macri y Francisco de Narcováez no volverán a cruzarse, al menos en estas elecciones. Igual suerte correrá el armado que el oficialismo porteño pretendía cerrar con Roberto Lavagna.
A pesar de que lleva seis años al frente de la Ciudad de Buenos Aires y no logró cerrar ningún acuerdo en los principales distritos del país, el doblemente procesado jefe de gobierno porteño se mostró optimista: "Se sigue hablando, siempre buscando ver si hay valores para compartir", sostuvo el ex hijastro de Flavia Palmiero.
Un operador lavagnista resumió la situación de la siguiente forma: "No sólo hay quilombos políticos, es una lucha de egos". La misma frase bien podría haber salido de la boca de un dirigente del macrismo o de un negociador denarvaísta. Todos coincidieron en que las personalidades de Macri, Lavagna y De Narcováez hicieron imposible cualquier acuerdo.
Fue la aparición de José Manuel De la Chota el factor que revivió las charlas que parecían terminadas hace varias semanas. El gobernador cordobés se ofreció como "gentil componedor" y propuso un gran frente nacional conformado por el peronismo disidente y el PRO, pero su predisposición no fue suficiente. Según dijeron en el denarcovaísmo, el macrismo pidió demasiados cargos para "el poco desarrollo territorial que tiene": cinco diputados nacionales y once legisladores provinciales fueron mucho para Unión Celeste y Blanca. "No les venía nada bien. No querían negociar. No les interesa. Macri no quiere que el 'narcolorado' gane. Pero si ellos no tienen nada, tienen que integrarse a la listas", comentaron desde Las Cañitas. La última oferta fue competir en internas tanto en la provincia como en la Ciudad pero, según afirmaron en el denarcovaísmo, la propuesta no alcanzó.
La respuesta no tardó en llegar desde Bolívar 1. "Anoche (por el miércoles) decían que habíamos roto porque pedíamos 13 legisladores, ahora dicen que rompimos porque no aceptamos nada, pero lo cierto es que Lavagna dio el no definitivo la semana pasada", desmintieron. Más allá de los argumentos de uno y otro lado, De la Chota dejó la Ciudad enfurecido por la ausencia de Mugrizio Macri en la mesa de negociaciones, pero antes de partir acordó con Lavagna seguir con la campaña y mañana recibirá a De Narcováez en la Docta.
En el PRO también tildaron de "exageradas" las pretensiones de Lavagna. "Le ofrecimos una de las dos senadurías y dos de los seis diputados, pero no le alcanzó. Además, había distintos conceptos de lo que pretendía que debía ser la alianza. Lavagna quería representar al PJ disidente y Mauricio lo quería sólo a él", confiaron en el partido amarillo. "En su espacio lo que vende es la figura de Lavagna, territorio no tiene y otras figuras tampoco", analizaron en el PRO. Según parece, quien sí sería al ex ministro es Graciela Ocaña.
"Lo que no se cerró hasta ahora es difícil que se cierre", se sinceraron en el macrismo. "Sólo un milagro haría que nos sentemos de nuevo con el PRO", habría sido la respuesta de Lavagna ante uno de sus colaboradores.
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