El líder uruguayo reconoció el "costo interno" que le significaron las relaciones bilaterales, pero afirmó que está dispuesto a pagar "el precio que sea". Asimismo, resaltó la necesidad de "fortalecer" el Mercosur y la integración regional, que es "mucho más que relaciones comerciales", y cuyo objetivo debe ser "servirle a la gente". Adivirtió que hay que seguir luchando contra la inequidad.
El líder uruguayo reconoció el "costo interno" que le significaron las relaciones bilaterales,
pero afirmó que está dispuesto a pagar el "precio que sea".
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El presidente uruguayo, José Mujica, aseguró que defiende "a muerte la relación de Uruguay con Argentina" y resaltó la necesidad de "fortalecer" el Mercosur, "pero teniendo en cuenta que un proceso de integración es mucho más que relaciones comerciales".
El mandatario del Frente Amplio aprovechó la entrevista para aclarar que el interés de su país en acercarse a la Alianza del Pacífico es "sólo como observador".
Mujica destacó la "importancia" que tiene hoy la relación bilateral entre Uruguay y Argentina. "He pagado mucho costo interno por ponerme al hombro la mochila de las relaciones bilaterales. Pero yo defiendo a muerte la relación con Argentina. Voy a batallar y pagaré el precio que sea", remarcó.
"El Pepe", de 78 años y en la presidencia de Uruguay desde el 1 de marzo de 2010, planteó además una serie de luces y sombras que ha atravesado hasta ahora la integración regional, y destacó como central que los países de la región profundicen esos vínculos. "Si fracasamos estaremos vencidos, pulverizados", consideró.
"No es mucho lo que se ha hecho", juzgó Mujica sobre la Presidencia pro témpore del Mercosur que Uruguay le entregará el 12 de julio a Venezuela en la próxima Cumbre de Presidentes del bloque, en Montevideo; y en esa línea, destacó que lo avanzado "es más por las relaciones bilaterales entre las presidencias que por la mecánica del bloque".
En relación con el proceso de integración regional, el presidente uruguayo juzgó importante destacar que "es mucho más que relaciones comerciales", y consideró que debería concebirse al bloque como "una gran cadena de producción, en la que una fábrica se instale aquí para hacer un producto, luego otro en un vecino y desde ese país exportar a un mercado que hoy ya somos más de 200 millones de posibles consumidores".
"Los procesos de integración tienen que servirle a la gente", lanzó. En esa dirección, llamó a los demás miembros a "mirar el enorme mercado interno potencial que tenemos" y estimó que, "si bien hubo avances notables, aún tenemos 200 millones de pobres en América Latina".
"El punto de arranque que tuvimos fue que es el continente más injusto que hay arriba de la Tierra. Ha sido muy inequitativo, y hay una deuda social muy fuerte todavía. Que hayamos avanzado mucho no quiere decir que lo hayamos resuelto. El problema existe. Y si viene una crisis no sabemos si no hay sectores que han quedado en el límite, que no vuelven a caer en la pobreza", afirmó.
En este punto, el mandatario señaló que el interés de acercarse a la Alianza del Pacífico es acotada, y que Uruguay "no será más que miembro observador" del bloque comercial que integran Chile, Perú, Colombia y México, dijo. "No podemos violentar el Mercosur", aseguró, ratificando la postura oficial de su país luego de que el vicepresidente de Uruguay, Danilo Astori, planteara su preferencia por sumarse de manera plena a ese bloque, algo luego desmentido por el canciller Luis Almagro.
"Nosotros consideramos que los proyectos de integración que están vigentes en América del Sur son provisorios. Son apenas etapas intermedias de algún tipo de unidad mayor que hay que pugnar por construir", analizó Mujica. "Por eso, Uruguay decidió ser observador en el Alba y en la Alianza del Pacífico, pero sabiendo bien que su pertenencia está en el Mercosur. Queremos ayudar a que los otros bloques se vayan acercando. Tenemos que juntarnos entre nosotros lo más posible", justificó.
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