Más de cien pasajeros quedaron atrapados en los vagones de la línea D y tuvieron que caminar por las vías para poder salir. Aún no se indicó qué fue lo que causó el inconveniente.
Viajar en subte es cada día más complicado. Luego de la novela del "que sí, que no, que me lo quedo, que no lo quiero", Mugrizio Macri se hizo cargo del transporte más rápido y cómodo de la capital, lo aumentó, cambió algunos coches y suspendió el tema.
Pero nada es fácil en la ciudad de los PROblemas y si no te estancás en alguna avenida arriba de un colectivo 40 minutos por algún corte o arreglo, te subís al subte y quedás encerrado.
Es claro que el sistema de transporte colapsó, pero también se nota que el gobierno de la ciudad no hace demasiados esfuerzos para que las cosas mejoren.
Con una incorporación de nuevos coches en la línea A -coches comprados con dinero del gobierno Nacional- el ex hijastro de Flavia Palmiero sonrió para la foto en la inauguración pero parece haberse olvidado del asunto.
Ayer, cien pasajeros de la línea D quedaron atrapados más de dos horas en los vagones entre la estación 9 de Julio y Tribunales, tuvieron que bajar y caminar por las vías para poder salir del lugar.
Así se viaja en la ciudad de Buenos Aires, la ciudad que iba a estar buena y, luego de ocho años de desidia, está cada vez peor.
Después, poco después de las 20, se reanudó el servicio que se había interrumpido. "Estábamos varados desde hace una hora en esta formación que salió de la estación Catedral y nos dirigíamos a Congreso de Tucumán, la verdad nos pegamos flor de susto", relató una de las pasajeras.
También contó que "a una mujer le agarraron la pierna con la puerta cuando intentaba bajarse. Fue un caos", manifestó.
El servicio de la línea D se reanudó horas después y comenzó a circular con normalidad entre las estaciones Catedral y Congreso de Tucumán, reiteraron los voceros de Metrovías.
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