La suma contempla el cobro de comisiones, renovaciones y aspectos vinculados al uso de las tarjetas de crédito, a lo que sumaron otros 8.300 millones por intereses, según un informe de la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
En medio del debate por las comisiones que las entidades bancarias cobran a los supermercados por la utilización de tarjetas de débito y de crédito, la Cámara Argentina de la Mediana Empresa, consideró que "la transferencia de recursos desde las familias y empresas hacia los bancos que se produce por el abuso en las tasas y costos que cobran las tarjetas de crédito, es alarmante".
Así, la entidad que conduce Osvaldo Cornide expresó su apoyo a la iniciativa del gobierno de lanzar una tarjeta de crédito para utilizar en supermercados y otros comercios, al entender que "abre el debate sobre el abuso que hacen los bancos en sus políticas de financiamiento al consumo".
"El impacto de semejantes costos, se siente de lleno en el poder adquisitivo de las familias que mes a mes transfieren recursos millonarios a los bancos, en los costos de las empresas, que pagan comisiones de hasta 3% por operar con tarjetas de crédito cuando en otros países del mundo esa tasa no supera al 1%, y en los precios finales de la economía, que se ven incrementados por costos bancarios que son inviables", resaltó la CAME.
Según datos oficiales citados por la entidad, el año pasado, "los bancos obtuvieron 21.200 millones de pesos por esos cobros, de los cuales 8.300 millones fueron ingresos por intereses y otros 12.900 millones ingresos por comisiones, reemisiones de tarjetas, renovaciones, y otros conceptos vinculados a ese financiamiento".
Por compras con tarjetas en supermercados, los consumidores transfirieron casi 2.000 millones de pesos en intereses a los bancos el año pasado.
A su vez, sobre la base de una comisión del 3% que se le cobra a la empresa por operar con tarjetas, esos grandes comercios habrían pagado 780 millones de pesos en comisiones.
Por compras en otros comercios minoristas, en tanto, las transferencias de las familias en concepto de intereses, habrían alcanzado los 3.500 millones de pesos.
La entidad que nuclea a las pequeñas y medianas empresas consideró al análisis de los datos que "la cifra es exagerada y se explica por los altos costos que tiene el financiamiento bancario en la Argentina".
"No solo por las tasas de interés que cobran las tarjetas -explica-, que según el Banco Central, promedian el 35% anual, sino por los costos financieros asociados que llegan a superar fácilmente el 60% anual en cualquier banco".
¡¡¡Aguante la Supercard de Moreno!!!
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