El periodista Eduardo Aliverti dijo que "acerca del hecho que involucra a mi hijo ya dije lo que sentí que debía decir públicamente en dos oportunidades más lo transmitido en estricta privacidad a la familia Rodas".
"Dentro de una anormalidad, supongo que inimaginable, hoy encaro mediante la conducción de nuestro programa el intento de volver a la normalidad profesional", manifestó el locutor al comienzo de su ciclo "Marca de radio", por La Red.
Y concluyó: "De mi parte, que no se cuente con agregarle dolor a tanto dolor y que se haga estricta justicia. Punto".
Aliverti también anunció que retomará el programa que conduce en radio Nacional y su habitual columna en el diario Página/12.
El accidente ocurrió cuando Pablo García (28) circulaba a bordo de su Peugeot 504 y atropelló a Rodas (53), quien se movilizaba en una bicicleta por la banquina de la Panamericana y se dirigía a trabajar como vigilador privado en el country "Mapuche".
Según la sospecha de los investigadores, a raíz del impacto, Rodas se incrustó en el parabrisas y quedó dentro del habitáculo del conductor.
García condujo con su víctima unos 17 kilómetros hasta el peaje de la autovía en la localidad bonaerense de Pablo Nogués, donde informó que tenía a un hombre atropellado y quedó detenido, pero luego fue liberado por tratarse de un delito excarcelable.
El abogado del joven, Adrián Arbo, admitió que García "tenía una exceso de alcohol en sangre", aunque explicó que en el derecho penal hay un principio de "supresión hipotética de los riesgos cuando media un resultado no buscado y median diversas fuentes de riesgo".
Si nos permite, amigo lector, queremos sentar la postura de este diario frente al hecho que es de público conocimiento, puesto que hemos recibido algunos comentarios en tono crítico, por no haber cubierto profusamente la noticia, con la supuesta intención de "proteger" a Aliverti.
Currín On Line no suele cubrir este tipo de noticias. Para que se entienda: casi no cubrimos el accidente que involucró a Pablo García, del mismo modo que no cubrimos el accidente del taxista que, acusando un problemas de diabetes, anduvo de contramano por la Av. Santa Fe y atropelló y mató a una mujer.
Aliverti aparece involucrado en esta cuestión sólo porque es Aliverti. Si el padre de Pablo García fuera Juan García, nadie sabría nada de Juan García.
No estamos hablando de un menor de 12 o 15 años. Pablo García es un boludón grande, de casi 30 años, que ya tiene pelos en la zona inguinal y, por lo tanto, es total y absolutamente responsable de sus propios actos. Pero cierta parte del periodismo "lacra" no podía desaprovechar la oportunidad para pegarle al "ladri progresista", como definiera Eduardo Feinmann a Aliverti.
Ni siquiera nos importa la razón, o "el bien y el mal". Si mañana nos toca el timbre un amigo y nos dice "asesiné a toda mi familia", no lo vamos a felicitar, no le vamos a decir "que bien que estuviste" y seguramente lo recontra cagaremos a pedos. Pero lo vamos a esconder en casa para que la policía no lo encuentre.
Nosotros no necesitamos actuar subrepticiamente para proteger a los que queremos, porque siempre, en las buenas y en las malas, tengan o no tengan razón, bancamos a nuestros amigos a cara descubierta.
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