Piden la renuncia del jefe de Policía de Rosario

La Asociación de Mujeres Meretrices de la República Argentina (AMMAR) pidió la renuncia del jefe de Policía de Rosario, comisario Walter Miranda, quien en 2004 era subjefe de la sección Moralidad Pública cuando fue asesinada la trabajadora sexual Sandra Cabrera, la que lo había denunciado por presionar a prostitutas.

 

Comisario Walter Miranda, jefe de policía de Rosario.

A la vez, la organización señaló a través de un documento que se trata de “la misma Policía que hoy sigue actuando con la misma impunidad de siempre” y que “está bajo la lupa por sus vinculaciones con la venta de drogas, la trata de personas y la coima a narcos”.

 

“Hace nueve años denunciamos a Walter Miranda, quien era subjefe de Moralidad Pública cuando asesinaron a Sandra”, dijo Claudia Carranza, responsable de AMMAR Entre Ríos.

 

La dirigente participó en Rosario del acto por el noveno aniversario del crimen de Cabrera, asesinada de un balazo en la nunca en la madrugada del 27 de enero de 2004 cerca de la terminal de ómnibus de Rosario. Carranza recordó que a Miranda “lo pasaron a disponibilidad y resulta que ahora es jefe de la Policía de Rosario”.

 

La asociación que agrupa a las trabajadoras sexuales reclamó durante una radio abierta frente a los tribunales rosarinos la renuncia de Miranda a la Jefatura de Policía local.

 

“Antes del crimen, Sandra lo denunció porque era uno de los que la perseguía por sus denuncias contra Moralidad Pública”, recordó Mariana Contrera, de AMMAR nacional.

 

La dirigente aclaró que Miranda no estuvo involucrado en la causa por el crimen de Cabrera, en la que estuvo imputado –y luego recibió falta de mérito– el policía federal Diego Parvluczyk.

 

Pero recordó que junto al jefe de Moralidad Pública de entonces, Javier Pinatti, fue pasado a disponibilidad por las denuncias de AMMAR Rosario en su contra.

 

En un documento elaborado por la organización, señalaron que “a Sandra la mataron por denunciar la trata de personas, la explotación de menores, la mafia y la corrupción de la fuerza policial”.

 

Asimismo, indicaron que a Cabrera “la mató la Policía, la misma Policía que hoy sigue actuando con la misma impunidad de siempre. Esa Policía que hoy está bajo la lupa por sus vinculaciones con la venta de drogas, la trata de personas y la coima a narcos”.

 

En otro párrafo, AMMAR recordó que “cuando asesinaron a Sandra, el comisario Walter Miranda se desempeñaba como subjefe de Moralidad Pública en Rosario y fue pasado a disponibilidad tras verse imputado en las denuncias de nuestra compañera”.

 

Y agregaron: “Hoy Miranda es el jefe de Policía de esta ciudad, lo que demuestra la complicidad con el poder judicial y la impunidad con la que se manejan las fuerzas policiales en esta provincia”.

 

“Está más que claro que si el crimen de Sandra sigue sin esclarecerse es por la complicidad del poder político, que tiene como mano de obra a una policía al servicio de sus intereses”, concluyeron.

 

Lo de Santa Fe ya está pasando de castaño a oscuro. Es un desquicio al que el gobierno no sabe, no puede o no quiere ponerle un freno. Nos preguntamos cuánto falta para que tengamos que empezar a pensar en la intervención federal a la provincia.