lunes, 25 de febrero de 2013

Las verdaderas razones por las que Macri quiere eliminar el Fútbol para Todos

Desde que estuvo al frente de Boca, Macri viene haciendo grandes negocios con el Grupo Clarín, que espera recuperar, aunque sea en parte, la televisación de los partidos si el líder del Pro gana en 2015.
 
Nadie lo esperaba. Ni siquiera muchos de su propio partido. Pero Mugrizio Macri lo anunció públicamente, cuando faltan más de dos años para las próximas elecciones presidenciales. “Si soy presidente en el 2015 voy a terminar con el Fútbol para Todos”, advirtió. Y hasta aventuró alguna posibilidad de “televisación mixta”, con participación pública y privada, pero, ya metido en un peligroso pantano, reconoció que “todavía falta mucho, ya veremos cómo se hará”.
 
Allí el anuncio. Claro, preciso, sin palabras sacadas de contexto. Si el ex hijastro de Flavia Palmiero se sienta en la Casa Rosada en 2015, la transmisión de los partidos de fútbol en la Argentina volverá a manos privadas. Habrá que pagar para ver los goles, como ocurría años atrás, cuando su repetición quedaba a criterio del Grupo Clarín, entonces dueño de la pelota. Macri fue sincero, quizá con poco sentido de oportunidad política, pero sincero al fin: es lo que piensa y quiere hacer. Lo repitió horas después. Y al día siguiente lo confirmó su jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larrata.
 
Macri apuesta al manejo privado del fútbol, idea que mantiene desde hace bastante tiempo y que defendió desde su paso por la presidencia de Boca, allá por la década del '90. Mugrizio estima, como lo recalcó en una entrevista televisiva, que “en su momento, el fútbol se organizaba muy bien sin la intervención y la manipulación del gobierno nacional” y agregó, entre otras cosas, que “organizando bien el fútbol, y de eso algo puedo decir que aprendí, podemos dedicar muchos fondos a vivienda social, escuelas, caminos, tantas cosas”.
 
En su paso por Boca aprendió mucho, seguro. Y entre las cosas que aprendió ocupa un lugar en el podio asociarse en los negocios con el Grupo Clarín. Lo hizo estando en la presidencia de Boca, cuando Clarín decidía cómo, quiénes y pagando cuánto se podía acceder al fútbol televisado. Lo continúa haciendo desde la Jefatura de Gobierno porteño. Una sociedad beneficiosa tanto en lo monetario como en cuanto a protección mediática.
 
El fútbol, cuando había que pagar para poder ver los partidos en forma codificada, era transmitido por Cablevisión, uno de los mejores negocios que hizo el grupo que maneja Héctor Magnetto. Sin embargo, el presidente de la AFA, Julio Grondona, decidió romper con esa relación comercial que debía finalizar en diciembre de 2014 y acordó con el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner el lanzamiento de “Fútbol para Todos”. Fue entonces, en agosto de 2009, cuando los encuentros del fútbol profesional del país pasaron a emitirse por la televisión pública, de manera gratuita para todo el territorio nacional. El fútbol pasó a ser para todos y dejó de ser para unos pocos. Pero aquel pasado puede regresar, de la mano de dos viejos conocidos.
 
Desde 1994, cuando accedió al lugar más alto de la dirigencia de Boca, Macri y Clarín realizaron varios negocios en conjunto. Uno de ellos fue la creación de Boca Crece S.A., que fue una sociedad anónima constituida bajo el nombre de Bo-K S.A. entre la entidad y la empresa Inversora de Eventos S.A., del Grupo Clarín, a efectos de explotar todo lo relacionado al merchandising, televisación de partidos y eventos. En lo único que no tenía injerencia este acuerdo comercial era en la indumentaria deportiva del club, que lleva como sponsor a Nike, según lo expresa el artículo primero del estatuto de esa sociedad.
 
Así lo explicó a esta revista el dirigente opositor Claudio Giardino, de la Agrupación La Bombonera. “El 5 de noviembre de 1996, Macri dona su participación en la sociedad que había constituido, ya que el presidente de una asociación civil sin fines de lucro no puede formar parte de una sociedad comercial que tuviera vinculación económica con la institución que preside”, dijo. Giardino añadió que en aquel momento “se formaron un montón de empresas alrededor de Boca que estaban lucrando con el club. El bochorno más grande es el tema del merchandising. Ahí se formó una sociedad llamada Boca Crece. La sociedad era 50 por ciento de Macri y 50 por ciento del Grupo Clarín. Cuando nosotros denunciamos esta irregularidad, Macri donó su participación a Boca. El Grupo Clarín, teóricamente, empezó a poner plata y le fue licuando la participación a Boca, entonces el club, de tener el 50 por ciento en un momento, pasó a tener el 1,66 por ciento. Eso también lo denuncié”. En esa época se dijo que Boca Crece llegó a facturar más de un millón de dólares al año por la comercialización de más de 900 productos con los colores y el nombre del club.
 
Otro de los negocios de esta sociedad Macri-Clarín fue la creación del canal deportivo Boca TV, que entre 2003 y 2005 salió al aire por Cablevisión. Pero dejó de ser rentable, y como el dinero pesa más que el amor por los colores de la camiseta, fue abandonado después de un breve paso por Multicanal.
 
Cuando Macri era el presidente de la institución también logró que su comisión directiva le aprobara vender los derechos de televisación a Canal 13 para todos los partidos que el equipo disputara por la Copa Libertadores de América, y hoy los hinchas aún gozan de las imágenes del conjunto de Carlos Bianchi por la pantalla de Artear.
 
Su influencia en el club parece no haber finalizado. A principios de este año, la entidad que lidera Daniel Angelici, un socio político del doblemente procesado jefe de gobierno, selló un acuerdo con la empresa Fibertel, que ofrecerá un servicio de fibra óptica e Internet por wi-fi en la Bombonera y se presentará en sociedad la semana que viene. Fibertel es otra compañía del Grupo Clarín.
 
Mugrizio Macri pasó de ser el presidente del club a jefe de gobierno porteño y desde allí también logró realizar algunos acuerdos con empresas del grupo. Uno de ellos indica que desde el 27 de abril de 2011, la empresa Prima ganó la licitación por la cual le otorga los “servicios integrales de Internet” a todas las net y notebooks que entregó la gestión del ingeniero por un monto de 2.857.000 pesos. Así lo denunció, en su momento, el diario Tiempo Argentino. Ese acuerdo se sumó, según la información del matutino publicada en junio de 2011, a los 274 millones de dólares que debía pagar el municipio (hoy pesificados), y en cinco años, por la entrega de 156 mil netbooks a los alumnos de las escuelas públicas primarias y de 16 mil notebooks a sus docentes. En aquel momento, tanto los montos como la celeridad con que se concretó la operación levantaron muchos interrogantes entre los diputados del bloque opositor. Nunca recibieron las precisiones solicitadas al Ejecutivo sobre dicha contratación.
 
Quien dejó en evidencia otro de los alcances de esta sociedad fue el secretario general de ATE-CTERA, Eduardo López, quien señaló que entre los “convenios con manuales de editoriales” que cerró el Gobierno de la Ciudad en manos de Macri está el de los manuales de la editorial Tinta Fresca, que forma parte del Grupo Clarín.
 
Mientras el hijo bobo de Franco Macri prepara su camino para tratar de llegar a la presidencia en 2015, algunos de sus asesores le recomendaron dejar de hablar del tema Fútbol para Todos. Antes de escucharlos, Horacio Rodríguez Larrata salió a respaldar las palabras del jefe municipal al decir que “no tiene sentido subsidiar las transmisiones porque el fútbol genera mucho dinero en el mundo” y hay “una cantidad de empresas dispuestas a invertir y deberíamos dejarlas invertir en el Fútbol para Todos”.
 
Para tratar de apaciguar el tema y mostrar algo de interés en resguardar la televisación gratuita de los partidos, uno de los hombres de la mesa chica del ingeniero, el legislador Federico Pinedo, sostuvo que presentará un proyecto de ley en el Congreso nacional para que los privados tengan una participación mayoritaria en la publicidad que acompaña Fútbol para Todos y que continúe siendo gratuito con una mínima participación de fondos provenientes del Estado.
 
El propio subsecretario general de la Presidencia, Gustavo López, aseguró que la iniciativa de Pinedo “es inviable”. “Pinedo, que tiene como mentor directo a Mugrizio Macri, no busca que las empresas privadas participen sino que intenta limitar al gobierno nacional. Pinedo trata de corregir el exabrupto que tuvo el jefe de gobierno con un proyecto verdaderamente inviable”, enfatizó López.
 
Respecto del reparto de la pauta publicitaria, López explicó: “Cuando se constituyó el proyecto hubo un boicot del sector privado, que se negó a participar con publicidad porque recibían presiones del Grupo Clarín. Y el Estado decidió financiarlo totalmente con publicidad estatal, es una decisión política”.
 
Más allá de las intenciones de dirigentes del Pro de suavizar las declaraciones de su jefe, quedó en evidencia que Macri reserva para el fútbol el mismo futuro que tendrían Aerolíneas Argentinas o las jubilaciones. Siempre se opuso a que el Estado se hiciera cargo de estas responsabilidades. Piensa, como se sostenía en la dictadura y se aplicó en los '90, que “achicar el Estado es agrandar la Nación”.
 
Por eso, de llegar a la presidencia, Mugrizio Macri volverá a un fútbol para pocos, es decir, para quienes lo puedan pagar.
 
El Grupo Clarín espera ansioso recuperar el terreno, y el dinero, perdidos.
 
FUENTE: REVISTA VEINTITRES.

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