La reducción presupuestaria votada por el Congreso paraguayo para sectores sensibles como la salud pública y el rechazo a reclamos de actualización salarial para los docentes, provocó el rechazo de diversas organizaciones campesinas, sociales y gremiales.
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| Federico Franco, presidente golpista de Paraguay |
Tras la aprobación por la Cámara de Diputados de un presupuesto 2013 que además de no incluir demandas sindicales prevé recortar partidas para educación y salud o, de lo contrario, aumentar impuestos, la polémica se desató en Paraguay.
Por otro lado, los legisladores desecharon la propuesta del Ejecutivo, que establecía 12 mil 408 millones de dólares para gastos en el próximo año, y aprobaron otra, elaborada por una Comisión Bicameral, con un monto de 13 mil 145 millones.
El documento no incluye el 20 por ciento de incremento salarial demandado por los trabajadores de organismos estatales, ni prevé incrementos presupuestarios para las bonificaciones acordadas con los sindicatos docentes y el pago de deudas a numerosos maestros que trabajan sin nombramientos y sin pago.
Además, incluye un fuerte recorte al presupuesto del Ministerio de Salud a pesar de la grave situación de falta de insumos existentes en los centros médicos paraguayos.
El reclamo de la derecha caceroluda argentina tuvo efecto en Paraguay.
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