domingo, 21 de octubre de 2012

El oficialismo santafesino reconoció que la corrupción policial "no es un hecho aislado"

El diputado nacional por el GEN Fabián Peralta afirmó que el hecho reviste gravedad institucional. Al respecto, sostuvo que es necesaria una reforma integral de las fuerzas de seguridad provinciales.
 
El diputado nacional por el GEN, Fabián Peralta, sostuvo que la renuncia del jefe de la policía santafesina, Hugo Tognoli, acusado de corrupción y vínculos con el narcotráfico, “es grave desde el punto de vista institucional, más allá de cómo derive la causa a nivel judicial”.
 
El legislador, que además es vicepresidente de la Comisión de Prevención de Adicciones y Control del Narcotráfico, dijo que espera que el gobierno provincial tome decisiones de fondo a partir de este caso y que se pueda abrir un debate nacional sobre las policías provinciales.
 
“Sería una buena oportunidad para que el gobierno convoque a distintos actores sociales y políticos para hacer una profunda remodelación de las fuerzas de seguridad y tomar decisiones de fondo”, expresó el legislador del Frente Amplio Progresista -que gobierna la provincia-.
 
Peralta contó que recientemente se reunió con el titular del SEDRONAR, Rafael Bielsa, para hablar sobre la necesidad de “reconstruir las fuerzas de seguridad”. Y planteó: “Las policías provinciales tienen el mismo esquema desde hace décadas, cuando el crimen complejo como la trata de personas o el narcotráfico no existían, o estaban en una dimensión minúscula a comparación de hoy”.
 
Consultado sobre el impacto político que tendrá esta situación en la provincia de Santa Fe, el diputado respondió: “Tengo fe de que esto sirva para hacer una profunda remodelación de las fuerzas. Lamentablemente no se trata de un caso aislado, pero tampoco podemos decir que es mejor la policía de Córdoba o la de Jujuy. Es un problema de todo el país”.
 
Coincidimos con Peralta aunque, lamentablemente, no compartimos su fe de "que esto sirva para hacer una profunda remodelación de las fuerzas". A fuerza de ser sinceros, no somos optimistas en esta cuestión.  

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