Aunque ahora el gobierno bonaerense se desdice, la ex ministra de Educación provincial insistió en que su renuncia al cargo se debió a la intención del gobierno de realizar un ajuste que afectaba al sistema educativo y a los trabajadores docentes.
Para explicar su renuncia a la Dirección General de Escuelas de la provincia de Buenos Aires, Silvina Gvirtz señaló que “cuando yo entendí que se estaban buscando medidas de ajuste que podían dejar a docentes sin trabajo, no seguí indagando, preferí retirarme”.
La ahora ex ministra señaló que desde el gobierno de Daniel Scioli “estaban necesitando dinero, no hubo un monto, buscaban el máximo posible, me pedían eso. Una parte me parecía razonable y yo estaba dispuesta a colaborar en la medida en que no afectara la esencia de la prestación del servicio y en la medida en que se siguieran garantizando los derechos a la educación a todos los chicos de la provincia”.
En una entrevista que publica el diario Página 12, Gvirtz desmintió también al jefe de Gabinete bonaerense, Alberto Pérez, quien había afirmado que el ausentismo docente es cercano al 24 por ciento.
Según sostuvo, “el número de licencias que hay en la provincia es del 11 por ciento y hay que distinguir las que son por enfermedad de aquellas por cargo de mayor jerarquía, con lo cual el número de licencias no es el número de ausentismo”.
Gvirtz señaló “que, cuando uno mira el maravilloso trabajo que hace la mayoría de los docentes, no parece justo que a todos se los acuse por igual”, a lo que añadió: “no me gusta ver cuando se acusa a todos los docentes por una minoría. El Estado es el encargado de controlar, la culpa no es de los docentes, la culpa es del Estado que no ejerce los controles necesarios sobre esos docentes”.
De hecho, en su carta de renuncia, la docente sostiene que "la mayoría de los docentes trabaja, y además trabaja muy bien. No se merecen ser la variable de ajuste solo porque la educación maneja un gran masa de recursos".
"Que de un día para el otro le exijan un recorte -prosigue Gvirtz en su misiva al gobernador Scioli-, ajuste (o como se lo quiera llamar), representa una época que Argentina no debería volver a vivir nuevamente".
Al referirse a las medidas de austeridad fomentadas durante su gestión, explicó que "nosotros habíamos tomado medidas que garantizaban la austeridad. Por ejemplo, habíamos limitado los beneficios a las escuelas privadas. A las escuelas se les paga el subsidio que cubre distintos porcentajes de los sueldos, limitamos al 1 por ciento el número de suplencias que financia el Estado. También establecimos que cada seis años las escuelas privadas tengan que demostrar que siguen necesitando el subsidio".
Sobre los dos “interventores” que Scioli pretendió imponerle en la Dirección de Escuelas, la ex funcionaria dijo que “ellos estaban preocupados por otros temas, no por los temas pedagógicos o de calidad educativa”. “Sabíamos que había una situación complicada y estamos muy a favor de la austeridad -señaló-. El problema es que querían darle otra funcionalidad al ministerio”.
Sobre las “noticias malintencionadas” vinculadas a la presunta renuncia ante el vicegobernador Gabriel Mariotto, Gvirtz aclaró: “Empezó a haber trascendidos de que me iba, Mariotto me llamó por teléfono y me preguntó qué pasaba, le dije que estaba muy preocupada por la situación, me pidió que lo fuera a ver al Senado. Fui al Senado, una oficina pública, no había ningún ocultamiento, no fue una reunión secreta como se hacen muchas veces en lugares poco conocidos. Simplemente le conté lo que me estaba pasando como a tantas otras personas que me fueron llamando. A lo largo del día había rumores de mi renuncia, nadie me llamó, Pérez nunca me llamó, con lo cual pensé que efectivamente querían que me fuera, que no era la persona para lo que ellos estaban queriendo hacer”.
Qué bueno sería que Scioli se sincerara de una vez por todas y blanqueara, de cara a la sociedad, de qué lado está.
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