Scioli reconoció que el Gobierno Nacional ayudó como nunca antes a Buenos Aires, desde el fomento de inversiones hasta la realización de obras públicas. Casi sin querer admitió su responsabilidad en los problemas económicos de la Provincia.
Daniel Scioli admitió que el Gobierno Nacional ha ayudado como nunca a la Provincia de Buenos Aires y evitó confrontar con la Presidenta de la Nación.
"Hoy es un día muy especial hemos sacado a flote el astillero, me van a encontrar siempre con esa voluntad para la política que es gestión y trabajo", aseguró Scioli cuando fue consultado sobre su relación con la Presidenta y luego agrego: "Yo voy a poner siempre lo mejor de mí para que sea siempre lo mejor posible".
Asimismo, consultado sobre su relación con el vicegobernador, Gabriel Mariotto, Scioli señaló: "No voy a hacer más comentarios porque es un momento en que quiero transmitirle a la gente, calma, tranquilidad; me voy a comportar como una persona que respesta, que pone racionalidad, sensatez, la autocrítica necesaria y la exigencia a los colaborardores".
Ademas se refirió a la ley de emergencia económica nacional y la posible adhesión de la Provincia a la misma: "Ayer (por el miércoles) hubo una reunión con Jefe de Gabinete y el Vicegobernador y hay una interpretación y una posición en cuanto a qué la adhesión que hizo la Provincia podría estar vigente. Si eso es así se evitaría el nuevo tramite parlamentario y se utilizaría esa adhesión para seguir adelante como está previsto en la Ley de Emergencia Nacional".
"Veremos las nuevas oportunidades que la adhesion a esa ley nos abre", explicó Scioli en relación el pago de los aguinaldos que la Provincia no pudo realizar a tiempo y agregó: "Si Dios quiere en las próximas horas habrá grandes noticias respecto a ese punto".
"Si Dios quiere ..." dijo Scioli, confirmando que, por obra y gracia de su incapacidad para gestionar, la Provincia está en manos de Dios.
Una acotación al margen: admiramos la facilidad que Scioli tiene para -al mejor estilo Fidel Pintos- hablar y hablar sin decir nada ni comprometerse.
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