El rojo que llegó el gerenciamiento de la firma española supera los U$S 15 mil millones, U$S 9000 millones en concepto de pasivo financiero y U$S 6000 millones por daños ambientales. El CEO Brufau reclama a la Argentina U$S 10.500 millones.
Luego de la ley de nacionalización de las acciones de Repsol en YPF que votó hace un mes el Congreso, la firma española y el gobierno de Mariano Rajoy se volcaron a reclamar que la Argentina pague un valor justo por la participación retirada a los capitales ibéricos por falta de inversión.
En una conferencia de prensa, Antonio Brufau, el CEO de la compañía, denunció “hostigamiento y coacciones para desplomar el precio de YPF y nacionalizarla a precio de saldo” y agregó que su país pediría una “compensación de un mínimo de 8000 millones euros” (unos U$S 10.500 millones) por su participación expropiada.
Si bien el costo real de la empresa lo decidirá el Tribunal de Tasación Nacional, el combo de deuda que dejó Repsol, entre el pasivo financiero y el ambiental, ya supera ampliamente las pretensiones de España y desinfla el deseo de recuperación monetaria de los ibéricos.
Actualmente, el rojo de Repsol en YPF asciende a cerca de U$S 15 mil millones, U$S 9000 en concepto de pasivo financiero y el resto (más de U$S 6000 millones) en daños al medioambiente en las principales provincias petroleras. El gobernador de Santa Cruz, Daniel Peralta, adelantó que, según evalúan las autoridades y especialistas locales, el pasivo “estará en el orden de los U$S 3000 millones”. En la provincia de Peralta se estima la existencia de 13 mil pozos sin actividad, 8000 de los cuales están abandonados y la mayoría son de Repsol. En esta línea, el mandatario provincial adelantó que para reactivar la producción en la zona norte de Santa Cruz, la YPF estatal invertirá unos U$S 200 millones.
Por el lado de Neuquén, el propio ministro de Energía y Ambiente de la provincia, Guillermo Coco, estimó que si bien el pasivo aún no está monetarizado, las proyecciones indican que alcanzará los U$S 1500 millones. Cabe destacar que Neuquén es la llave del futuro de YPF, ya que cuenta con el yacimiento Vaca Muerta.
La estimación del pasivo aumentará considerablemente cuando el 31 de mayo culmine la etapa más importante del estudio que encaró la provincia de Chubut, pilar fundamental de la Organización de Estados Productores de Hidrocarburos (Ofephi).
Fuentes del distrito que conduce Martín Buzzi prefirieron no adelantar cifras, pero sí consideraron que “será muy importante e incluso puede superar al del resto de las provincias”.
En los primeros tres días de trabajo -a través de la consultora de Comodoro Rivadavia Consulplan SRL- se relevaron 529 zonas en los pozos El Trébol Escalante y Campamento Central-Cañadón Perdido, las áreas que habían sido revertidas por falta de inversión. Y en las próximas semanas iniciarán el análisis de pasivos en el yacimiento Manantiales Behr, una de las joyas de la corona de la YPF que conduce Miguel Galuccio, ya que la zona produce el 10% del crudo total que consume el país. De hecho, el propio Galuccio está siguiendo de cerca el caso del pasivo de Chubut, por su relevancia en el futuro de la compañía.
Según datos de la provincia, Repsol habría dejado abandonados unos 1800 pozos. Sólo en Comodoro Rivadavia, según consignó el intendente Néstor Di Pierro, Repsol mantiene “una deuda de casi $ 200 millones, y además hay un pasivo ambiental por el paso del oleoducto de casi 3000 pozos”.
En el resto de las provincias de Ofephi, en tanto, los análisis marcharán más rápido pero con menor impacto en las cifras: en Río Negro adelantaron que “estamos en pleno estudio”, pero “calculamos que el número no superará los U$S 40 millones”. En los próximos días se conocerán los datos de Salta y Mendoza, otras dos provincias que retiraron a la YPF de Repsol dos áreas por falta de inversiones.
Una vez que los distritos tengan listos los respectivos informes, se reunirán con los delegados de la intervención, a cargo de los ministros Julio De Vido y Axel Kicillof, por reunir las cifras y sacar un número global del pasivo ambiental que Repsol dejó en el país. Las autoridades provinciales consideran que “esto bajará considerablemente la cotización de la parte expropiada a Repsol". Es que, por el momento, se está estimando el valor en base a la cantidad de petróleo en suelo o pozos abandonados, pero a ese dinero habrá que sumarle el daño al espacio territorial, en zonas de alto valor para las provincias.
Respecto del pasivo financiero, la cifra concreta de U$S 9000 millones fue confirmada por Kicillof en su exposición en el Senado, previa a la sanción de la ley de recuperación de YPF. “Estamos en condiciones de decir que los números que hablaban acerca del valor de la compañía, de manera imprudente, van a ser revisados a medida que vayamos conociendo vericuetos e información secreta que la empresa manejaba”, sostuvo en su momento el viceministro de Economía, apuntando a que la Argentina no se negaría a pagar, aunque analizaría el rojo dejado por Repsol. Así, aclaró que “no sé si YPF vale 10 mil millones, lo único que digo es que no sé de dónde sale ese número".
En ese contexto, el subinterventor de YPF dejaba ver que los españoles “no habían informado sobre nuevos yacimientos” y que en sus balances “sus pasivos ambientales no fueron expuestos”. Este último dato no es menor, porque la información sobre pasivos ambientales es deber de las empresas hacerla vía declaración jurada, lo cual hubiera facilitado la recopilación de información por parte de las provincias.
Que pidan lo que se les cante los huevos. Se lo pagamos con los espejitos que dejaron cuando llegaron a estas tierras, allá por 1492.
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