Se hacen llamar "Grupo Consensos" y participa de él, el ex ministro macrista Abel Posse. Acusan al gobierno de "querer perpetuarse en el poder" y de pretender "eliminar cualquier alternativa peronista".
Como si fuera obligatorio repetir ciertos preconceptos, un nuevo grupo de intelectuales salió a la pista para oponerse al "aparato cultural y político kirchnerista".
Esta vez con una tendencia hacia la derecha, acusan al Gobierno Nacional de querer romper cualquier alternativa peronista en vistas al 2015 y culpan al kichnerismo por "querer perpetuarse en el poder”.
También sostienen que el progresismo se parece mas a un "retroprogresismo" y agreden al Gobierno atribuyéndole "un programa político cultural sin rendición de cuentas, hecho de gastos irresponsables, de subsidios inequitativos, de creciente déficit público, de exacción de las provincias y colonialismo interno".
“Desde el gobierno y desde cierta oposición, se alzan voces para proclamar la caducidad histórica del peronismo y postular su desaparición. El oficialismo pretende sustituirlo por el ‘kirchnerismo’, ampulosamente publicitado como una ‘fase superior’ del justicialismo. Desde cierta oposición, sea a través de Plataforma 2012 o de otros grupos de matriz liberal, se busca también atraer a sus presuntos restos mortales para nutrir nuevos experimentos de centroizquierda o de centroderecha. En todos los casos, existe un común denominador: la implícita caracterización del justicialismo como una bestia descerebrada, un espacio conceptualmente vacío, y la absoluta ignorancia acerca de la doctrina y el pensamiento estratégico de Perón”, sostienen en uno de los fragmentos del manifiesto recientemente lanzado.
El gobierno, según el Grupo Consensos, “corre una carrera contra reloj para lograr su objetivo de perpetuarse en el poder. Antes de 2015 se propone eliminar cualquier posible alternativa peronista para la sucesión presidencial. De allí la necesidad imperiosa de embestir ya no sólo contra una oposición políticamente desarticulada, sino contra quienes hasta ahora habían sido sus más importantes aliados tácticos, como el gobernador Daniel Scioli o el secretario general de la CGT, Hugo Moyano”.
Y prosiguen: “Nosotros no queremos un estado inerte ni un estado faccioso, sino un Estado fuerte y eficaz, que se ocupe de las grandes estrategias nacionales, de intervenir con políticas que liberen las fuerzas creativas y productivas de la Argentina, encorsetadas por políticas anacrónicas, de impulsar la productividad, el desarrollo social, la integración territorial y el federalismo”.
Entre los firmantes del manifiesto se cuentan los escritores Abel Posse y Graciela Maturo, el filósofo Silvio Maresca, el pintor y dibujante Enrique Breccia, intelectuales, historiadores y periodistas como Claudio Chaves, Pascual Albanese, Pablo Anzaldi, Pablo Rojo, Jorge Lulo, Juan Maya, Daniel Vicente González, Heriberto J. Auel, Diana Ferraro, Antonio Calabrese, Lisandro Mora, Víctor Lapegna, Carlos Falcone, Mario Elgue, Rodolfo Barra.
Ideas que ya fueron dichas, explicadas, defendidas. Premisas compartidas por grupos diametralmente opuestos al Gobierno. Las cuestionables afirmaciones de la búsqueda de "perpetuación en el poder", "del aparato cultural que persigue a los opositores" y de las "las crisis internas que buscan desplazar a aliados como Moyano y Scioli".
Premisas que se repiten una y otra vez en columnas de opinión, en manifiestos de intelectuales y en boca de opositores. Premisas que no van al dato concreto sino que datan de una total subjetividad.
Éramos pocos...
No alcanzaba con los intelectuales cipayos, liderados por Fernando Iglesias, Pepe Eliaschev, Jorge Lanata y Gustavo Noriega; que tuvieron que aparecer los intelectuales derechosos, con Abel Pose a la cabeza. Si, el mismo Abel Pose que duró cuarenta y dos minutos como ministro de Educación del macrismo y que dijo que los recitales de rock eran actos fascitas.
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