Los diarios Clarin y La Nazion recurren a una metodología arcaica con el objetivo de instalar la noción de que en Argentina no hay libertad de prensa.
Demostrando cómo juegan en equipo y privilegian los intereses empresarios por sobre la práctica del periodismo libre, del que tanto alardean, los diarios Clarín y La Nazion publicaron ayer sendas notas plagadas de tergiversaciones sobre el estado de la prensa en nuestro país.
La nota del pasquín envuelve huevos se titula “Denuncian en EE.UU. la presión sobre la prensa en Argentina” y la del órgano de prensa de la derecha reaccionaria argentina “Preocupa en EE.UU. el control a la prensa en la Argentina”.
En Clarín leemos: “Hoy las restricciones a la prensa tienen lugar de una manera más sutil y menos visible”, dijo Menéndez, quien puso como ejemplo la Ley para controlar a Papel Prensa, aprobada por el gobierno de Cristina Kirchner a fines de 2011. “Resulta problemático que se determine que el papel de diario es de interés público para controlar cómo se accede (a ese material) y lo que se publica”, explicó Menéndez. “El gobierno no debe utilizar las leyes anti monopólicas para restringir a la prensa . Esto no es para mí una manera de expandir y defender a la prensa sino de controlarla”.
Cualquier lector desinformado del planeta será inducido a sospechar que en nuestra tierra hoy los medios están amordazados como en la más cruenta dictadura que reconozca la historia de la humanidad.
Cuando en la nota se lee “La ley para controlar Papel Prensa”, en realidad debe pensarse en una ley para que la comercialización del papel de diarios deje de estar en manos de los dos diarios de mayor tirada del país, sospechados incluso de haberse apropiado de la empresa Papel Prensa mediante mecanismos poco transparentes durante la más sangrienta dictadura militar que asoló a la Argentina.
No deja de llamar la atención la concepción arcaica con que están pensadas ambas notas, un émulo de aquellas operaciones que se estudian en los primeros años de la carrera de periodismo. Le bajan el libreto a dos legisladores norteamericanos que desconocen de plano la situación interna de nuestro país, los hacen hablar y luego los exponen como declaraciones rimbombantes de dos personalidades preocupadas por el estado del periodismo en Argentina. Típica nota para consumo del mundo SIP.
En otro pasaje patético de la misma nota se puede leer: “Tanto Rubio como Menéndez fueron enfáticos al afirmar que la libertad de prensa es uno de los elementos fundamentales de la democracia. Si bien ambos confesaron que se sentían muy mal cuando la prensa los criticaba , explicaron que aceptar las críticas es parte de las reglas de juego democrático".
Seguramente desconocen que el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner ha venido soportando desde el 10 de diciembre de 2007 los ataques más feroces de un dispositivo mediático virulentamente opositor que, precisamente, es orientado por estos dos diarios; seguramente ignoran que pese a ello no se cerró ningún medio ni se ha querellado a periodista alguno y que el único diario que se cerró fue “Libre”, el suplemento de calumnias e injurias de Perfil, por decisión de la propia empresa a causa de su estrepitoso fracaso en las ventas; seguramente Rubio y Menéndez desconocen que el gobierno de la doctora Fernández de Kirchner obtuvo el 54 % de los votos hace sólo 5 meses y que todavía ninguno de los grupos monopólicos se ha desprendido de un solo medio para adaptarse a los marcos contenidos en la ley de medios democrática sancionada en 2009.
Lo que sí ha hecho el gobierno nacional es defenderse y responder cada uno de los ataques infames que ha recibido, una novedad que tomó por sorpresa a Clarín y La Nazion, acostumbrados por décadas a manipular la información y esmerilar a los gobiernos de turno a fin de obtener ventajas empresariales y políticas.
Pero como dijo el maestro Panigazzi: Una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa.
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