El Síndico General de la Nación, Daniel Reposo, rechazó la decisión de la empresa YPF de negar el ingreso en la reunión de directorio al representante del Estado, Roberto Baratta. "Van a empezar las medidas legales", advirtió.
El Síndico General de la Nación, Daniel Reposo, rechazó la medida impuesta por la empresa YPF de negarle el ingreso a la reunión de directorio al representante del Estado en esa compañía petrolera, Roberto Baratta y advirtió que "se tomarán medidas legales".
“No hay antecedentes. Es como no dejar entrar al dueño de la casa. La denuncia ya esta hecha”, agregó, al tiempo que sostuvo que “la Argentina no puede estar sometida a no poder explorar”.
En este sentido, amplió sus conceptos, señalando que "el Estado tiene una acción de oro que le permite tener un síndico y es inaudito que se impida". Ocurre que autoridades de la petrolera YPF le negaron el acceso a la reunión de directorio de la compañía a tres representantes del Estado argentino, que posee acciones clase A, que otorga poder de veto sobre temas estratégicos.
Así, Roberto Baratta, representante del Estado en YPF, el viceministro de Economía, Axel Kicillof, y el secretario de Energía, Daniel Cameron, no pudieron ingresar al edificio que la empresa tiene en Puerto Madero y ante la situación labraron un acta en la puerta del edificio corporativo y explicaron que se analizará el procedimiento judicial a seguir.
Técnicamente, hay dos posibilidades: impugnar la reunión o pedir su nulidad ante la Comisión Nacional de Valores (CNV). De hecho, el organismo se metió ayer de lleno en el conflicto y le envió una nota a YPF pidiendo que explique las razones de la prohibición del ingreso de un accionista a la reunión.
“YPF tiene que cumplir con sus obligaciones porque el Gobierno siempre respeto los contratos pero hay que cumplir las obligaciones. Es en un tema tan importante como el gas y el transporte todos los argentinos tienen derecho a ser provistos de energía y esto no está pasando”, cerró.
Si queremos, de verdad, profundizar el modelo, bueno sería dejar de advertir con sanciones y sancionar de una buena vez. La soberanía argentina no es solamente Malvinas.
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