Divorcio feroz: sordo a los consejos de sus asesores, Francisco de Narcováez sueña con que Daniel Scioli rompa con el kirchnerismo y le dé la bendición como candidato a gobernador por el PJ. Mientras, sus socios lo abandonan y se van con Mugrizio Macri.
Aunque los que lo rodean lo ven muy difícil, Francisco de Narcováez sueña con ser el elegido de Daniel Scioli. Hasta su mujer, Agustina Ayllón, le aconseja que avance sin mirar atrás y que deje de lado las diferencias con su ex socio Mugrizio Macri de cara a las elecciones presidenciales de 2015.
“Es muy cabeza dura”, comenta un ex denarvaísta que pegó el salto y se fue al Pro. Ese rasgo de carácter es, según los que lo conocen, un punto a favor porque “es perseverante”, pero le juega en contra porque “sus colaboradores se hartan” de su indiferencia ante los consejos ajenos.
Ser terco y “distante en el trato” es lo que para algunos explica el constante éxodo de dirigentes que sufre la fuerza que lidera, Unión Celeste y Blanca. Sin embargo, hasta ahora, los que se fueron buscaron refugio bajo el ala del macrismo. Lo que, al margen de las lecturas psicológicas, evidencia la innegable afinidad ideológica entre ambas fuerzas y la firme determinación de varios dirigentes de aprovechar el gran caudal de votos que logró Macri en el ballottage porteño.
“El 2013 está más cerca de lo que parece y Francisco todavía duda sobre qué camino elegir”, analizan en su entorno. Desde que desistió de ser candidato a presidente, convencido de que la Justicia no lo habilitará por haber nacido en Colombia, el empresario se levanta y se va a dormir pensando en lo mismo: ser el próximo gobernador de la provincia de Buenos Aires.
Como con los votos propios hoy los cálculos electorales no cierran, para alcanzar la meta, los senderos se bifurcan. Las opciones a la vista son sellar una alianza con el Pro o sentarse a esperar hasta que Scioli decida si va a competir por la presidencia en 2015.
En esa película, la aspiración de máxima es que el propio Scioli lo habilite para competir en el distrito bonaerense, tras romper con el kirchnerismo y postularse a la presidencia en 2015. “Pero antes del 2015 está el 2013 y tenemos que ganar”, le insisten sus colaboradores, quienes consideran improbable que Scioli decida dar un golpe de timón a corto plazo.
“Si lo hace será a último momento”, calculan y entonces “será tarde” para arrepentirse. Incluso creen que en ese escenario soñado, Scioli tampoco optaría por De Narcováez. “Lo elige a Massa”, arriesgan convencidos. En ese punto, se abre un panorama de cajas chinas, ya que tanto Macri como el intendente de Tigre, Sergio Massa, se disputan por estas horas a Pepe Scioli, quien estaría por pegar también el portazo.
El hermano del gobernador fue en octubre primer candidato a senador en la provincia de Buenos Aires por Unión para el Desarrollo Social, el sello con que De Narcováez compitió por la gobernación y que llevó a Alfonsinito como candidato a presidente. Esa jugada le costó al al hijo bobo del ex presidente una crisis dentro del partido y la ruptura con el socialismo.
Alica alicate. La leyenda continúa. ¿Tendrá un plan?
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