Colaboración de Facundo Olivera
El Centro Vecinal del barrio Urca de la capital cordobesa quiere que cada familia les pida los datos personales a trabajadores eventuales, como albañiles, jardineros y guardias privados.
Desde comienzos de diciembre, los vecinos de los barrios Urca y Ampliación Urca comenzaron a reunirse para tratar de revertir la creciente ola de inseguridad que viene castigándolos.
Arrebatos en la vía pública, asaltos en comercios, robos a mano armada en viviendas con maltrato a sus ocupantes o casas desvalijadas cuando los dueños se van son sólo algunos de los ejemplos que nutren esta realidad que los preocupa.
“La realidad es que hay muchos asaltos y robos. Queremos sumarnos con una actitud solidaria al trabajo de la Policía”, asegura María Angélica Zarazaga, presidenta del centro vecinal. Con este espíritu han resuelto llevar a cabo diferentes medidas.
Algunas son polémicas, como registrar al personal de seguridad, albañiles o jardineros que contrate cada vecino. “La nómina la tienen que aportar los vecinos, nosotros no somos nadie para solicitarle datos a la gente”, comenta Zarazaga.
Y agrega que “la idea es que se le pida una fotocopia de documento, domicilio y teléfono de estos trabajadores. El centro vecinal se encargaría de sistematizar los datos para la Policía”.
La vecina explicó también que todavía no ha llegado información al centro vecinal pero que conoce de algunas cuadras en donde el registro ya comenzó.
El sacerdote de la parroquia María Madre del Redentor, Christian Wechsler, se quejó en una reciente reunión de vecinos con la Policía porque las mujeres son asaltadas en la calle y despojadas de sus carteras y celulares. La iglesia está en la intersección de la Costanera con el puente Turín, una de las zonas de alto voltaje delictivo.
Desde inicios de 2011 los vecinos comenzaron a reunirse. Resolvieron comprar dos bicicletas y entregárselas en comodato a la Policía para que patrulle la Costanera.
En la última reunión con la Policía lograron que la fuerza rediseñara las guardias para reforzar la presencia de agentes durante el fin de semana. De allí también surgió la iniciativa de registrar a la seguridad privada y los trabajadores eventuales. Esta medida se realiza ya en barrios privados y countries.
Los vecinos también se están organizando por cuadra para poner en marcha alarmas comunitarias. Además, confeccionarán las listas de las personas que viven en cada manzana con sus teléfonos, para mejorar la comunicación en caso de observar algo sospechoso.
“Son medidas de lenta ejecución porque implica acordar con los vecinos y lograr que en cada cuadra haya uno que lidere el trabajo. Desde el centro vecinal tenemos claro que hay que recuperar el barrio como un lugar donde todos nos conocemos y nos ayudamos”, asegura Zarazaga.
La medida que se pretende tomar en Urca se enmarca en la polémica por las detenciones que realiza la Policía por contravenciones al Código de Faltas. En 2011, hubo 37.900 detenidos de este tipo, ni más ni menos que por "portación de rostro".
La vieja lógica de la derecha reaccionaria argentina: la criminalización de la pobreza y, en este caso, de los trabajadores. "Si es albañil, seguro que es un delincuente".
Les pedimos a los vecinos del barrio Urca que nos hagan dos favores: uno; que no le den ideas a Mugrizio Macri. El otro; que se vayan a la la reputísima madre que los parió.
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