Todo comenzó cuando el anciano encontró una carta escrita por su esposa de 1940 que estaba dirigida a su amante. A partir de este viejo desliz, decidieron separarse después de 77 años de matrimonio.
Antonio, nacido en 1912 y originario de Olbia, en Cerdeña, y Rosa, napolitana nacida en 1915, se conocieron en 1930 cuando él, un joven carabinieri (miembro de las fuerzas de seguridad italianas), fue destinado a Nápoles en la época de entreguerras.
La pareja celebró sus nupcias en esa región en 1934 y durante décadas los cinco hijos y los numerosos nietos llenaron de felicidad los días de Antonio y Rosa.
Sin embargo, la historia de amor, con el correr de los años, se acabaría de manera abrupta. Un día, mientras ordenaba las cintas de música en una vieja vitrina, Antonio encontró una misteriosa carta. La misiva databa de 1940, estaba escrita por Rosa y dirigida a su amante.
La esposa infiel lo confesó todo, en un desesperado intento por ser perdonada por su despechado marido, pero Antonio no perdonó la traición.
Hace un par de semanas, los dos ancianos acordaron mutuamente acudir al Tribunal de Roma para solicitar su separación legal.
Tras décadas de convivencia, el pasado fue demasiado para Antonio y Rosa, que con casi 100 años inician ahora una nueva vida.
¡Prescribió, Antonio! ¡Prescribió!
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