Además le reprochó a su partido "no haber salido en defensa de un hombre del radicalismo". "Les dije que respetaran las primarias y no lo hicieron", argumentó el ahora ex vicepresidente.
El ex vicepresidente okupa, Julio César Cleto Cobos, partió hace unos días a Mendoza -su provincia natal- y desde allí lanzó misiles contra la UCR, su partido de origen y el gobierno de Cristina Férnandez de Kirchner, del cual supo formar parte.
"La UCR no sé si me dejó solo, pero durante mucho tiempo no salió en defensa de un hombre del radicalismo. Pero no toda, a lo mejor la UCR de la estructura partidaria: los gestos que yo tuve con ellos creo que fueron mucho más de lo que ellos tuvieron conmigo", se lamentó.
También habló sobre la fallida estrategia electoral de este año: "Les dije que el tema de la interna era una macana, no me equivoqué, les dije que respetaran las primarias, no se respetaron. Se trabajó más en los procesos internos, en ver los cargos que en acercarle a la ciudadanía una propuesta concreta, que me parece que es lo que faltó y por eso tuvimos lo que tuvimos en cuanto al resultado electoral".
Por otra parte ayer a la mañana, en una entrevista radial, el traidor serial habló sobre el quiebre de su carrera, la mañana en que se votó la famosa ley 125. "Muchos funcionarios y allegados al ex presidente y a la Presidenta sabían que tenía que terminarse de alguna manera y no había quien se acercara con coraje a decirles estas cosas que yo sí anticipaba. No fue una sorpresa mi decisión esa madrugada", expresó.
Y luego arremetió: "A partir de allí, con la Presidenta quedamos que iba a ser una relación institucional, que no fue muy institucional que digamos. Pasé por muchos tragos amargos, con una descalificación y agravios constantes".
Nos tapó el agua. Cobos, ¡Sí, Cobos!, se siente traicionado por la UCR. Y encima se queja de la "descalificación y agravios constantes".
Alguien debería explicarle a este infeliz impresentable, que llamarlo traidor o decirle hijo de puta, no es descalificarlo ni agraviarlo. Es hacer una lectura objetiva de la realidad.
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