Héctor Magnetto se quejó en Mar del Plata de que el gobierno pretendería “hostigarnos, destruirnos, ahogarnos” y se mostró como baluarte y garante de la libertad de prensa y la democracia.
Durante un encuentro del CEO con los gerentes del grupo que se llevó a cabo en la mencionada ciudad turística el último fin de semana, Magnetto aseguró que “vamos a seguir apelando a todas las herramientas que nos den la democracia y las instituciones para poder plantear nuestros derechos”. Palabras que, obviamente, no se atrevió -o no quiso- pronunciar durante la dictadura militar que lo benefició ampliamente.
Con duras conceptos antigubernamentales, Magnetto aseguró que “estamos cerrando un año en el que se nos quiso estigmatizar, dividir, hostigar, ponernos en el lugar de adversario político, ahogarnos en lo financiero, destruirnos con el poder del Estado”, pero añadió que “estamos de pie; pese a todo y dispuestos, aunque no sea nada fácil y los riesgos se hayan potenciado, a seguir intentando trabajar en libertad”.
Luego calificó como “despliegue fascista” a la política del gobierno y dijo que hay “una campaña inédita para esmerilarnos y afectar nuestra legitimidad”, pese a lo cual “nuestros medios siguen primeros en imagen”, aseguró.
“Nada de lo que nos pasó fue provocado por nosotros. La forma con la que se quiere destruirnos tiene que ver con que no pudieron domesticarnos. Sólo nosotros sumamos, en los últimos cuatro años, 350 medidas, ataques y denuncias falsas. Desde el uso de los organismos públicos como herramientas discrecionales de apriete hasta los agravios más inmorales como los que sufrió la Directora o nosotros mismos con Papel Prensa”, indicó.
Finalmente, puso dudas sobre la libertad de prensa en el país y se propuso como garante y paladín de esa libertad al señalar que “estamos defendiendo algo justo para nosotros y también útil para el país: un espacio no colonizado para el debate y la información del ciudadano en un universo donde cada vez esos espacios son más angostos”.
Tanto cinismo, si bien no nos sorprende, nos supera. Saque usted, amigo lector, sus propias conclusiones. Las nuestras son irreproducibles.
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