El dirigente del radicalismo Federico Storani aseguró que el alfonsinismo "quiere eludir el debate interno" respecto al "fracaso electoral que resultó de su alianza con Francisco De Narváez", de cara a la próxima Convención Nacional de la UCR.
En diálogo con Télam, Storani afirmó además que su sector interno (Corriente de Opinión) presentará en la próxima Convención -que se realizará en Vicente López el 18 y 19 de noviembre- un documento "muy crítico” que “le pega de lleno a la conducción del partido y a Ricardo Alfonsín por la alianza con de Narváez".
El dirigente bonaerense volvió a subrayar que el acuerdo electoral con el peronista disidente hizo que el radicalismo "tuviera un desempeño muy malo" en los comicios generales del 23 de octubre y "una pérdida de identidad enorme, porque abandonó el espacio socialdemócrata y pegó un giro abrupto hacia concepciones conservadoras, que se reflejó en el resultado electoral".
Pese a asegurar que su sector acompañará la propuesta de reforma de la Carta Orgánica y la elección del titular Comité Nacional por el voto directo de los afiliados, el ex dirigente de la Junta Coordinadora Nacional sostuvo que ello "no es la solución" a la crisis que atraviesa el partido de Alem.
En ese sentido, indicó que la discusión interna del radicalismo "debe pasar por la posibilidad de recrear un proyecto de tipo nacional con perfil socialdemócrata”, con el que -aseguró- “está de acuerdo una gran mayoría de radicales; o pasar a ser una fuerza con un perfil conservador".
Storani afirmó además que su sector planteará en la reunión de Vicente López que la Convención Nacional "establezca la caducidad de las actuales autoridades partidarias y que ese cuerpo sea el que asuma la conducción de la UCR", hasta que pueda hacerse efectiva la designación del nuevo titular del Comité Nacional por el voto directo de los afiliados.
Por último, Storani minimizó el peso que pudiera alcanzar en el partido la denominada "Liga de intendentes" e indicó que el grupo de jefes comunales, comandados por el cordobés Ramón Mestre y el mendocino Víctor Fayad, "no tiene posturas homogéneas" en cuanto al perfil ideológico que debería tener el partido en el futuro.
De todas formas, aclaró que "muchos de ellos están con ganas de subirse a la ola amarilla", en alusión a posibles acuerdos con el PRO, de Mauricio Macri.
Que eluda el debate interno es el menor de los males del alfonsinismo (nos da un poco de asco llamar "alfonsinismo" a esto. "Alfonsinismo" era el otro, el del verdadero Alfonsín; no el de este impresentable mancillador de apellido). El problema más grave es que elude la realidad.
El dirigente bonaerense volvió a subrayar que el acuerdo electoral con el peronista disidente hizo que el radicalismo "tuviera un desempeño muy malo" en los comicios generales del 23 de octubre y "una pérdida de identidad enorme, porque abandonó el espacio socialdemócrata y pegó un giro abrupto hacia concepciones conservadoras, que se reflejó en el resultado electoral".
Pese a asegurar que su sector acompañará la propuesta de reforma de la Carta Orgánica y la elección del titular Comité Nacional por el voto directo de los afiliados, el ex dirigente de la Junta Coordinadora Nacional sostuvo que ello "no es la solución" a la crisis que atraviesa el partido de Alem.
En ese sentido, indicó que la discusión interna del radicalismo "debe pasar por la posibilidad de recrear un proyecto de tipo nacional con perfil socialdemócrata”, con el que -aseguró- “está de acuerdo una gran mayoría de radicales; o pasar a ser una fuerza con un perfil conservador".
Storani afirmó además que su sector planteará en la reunión de Vicente López que la Convención Nacional "establezca la caducidad de las actuales autoridades partidarias y que ese cuerpo sea el que asuma la conducción de la UCR", hasta que pueda hacerse efectiva la designación del nuevo titular del Comité Nacional por el voto directo de los afiliados.
Por último, Storani minimizó el peso que pudiera alcanzar en el partido la denominada "Liga de intendentes" e indicó que el grupo de jefes comunales, comandados por el cordobés Ramón Mestre y el mendocino Víctor Fayad, "no tiene posturas homogéneas" en cuanto al perfil ideológico que debería tener el partido en el futuro.
De todas formas, aclaró que "muchos de ellos están con ganas de subirse a la ola amarilla", en alusión a posibles acuerdos con el PRO, de Mauricio Macri.
Que eluda el debate interno es el menor de los males del alfonsinismo (nos da un poco de asco llamar "alfonsinismo" a esto. "Alfonsinismo" era el otro, el del verdadero Alfonsín; no el de este impresentable mancillador de apellido). El problema más grave es que elude la realidad.
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