El matutino continúa su operación para agitar las aguas y entre los agoreros está Roberto Cachanosky quien años atrás escribió "Por qué fracasó la economía K". Un título que cayó rápidamente en desuso.
La Nazión busca generar las peores expectativas en términos económicos. Se trata de una operación a la que se suman varios medios y periodistas y que intenta generar una corrida cambiaria y bancaría.
El propio Cachanosky, en un sinceramiento, aseguró: "Desde el Gobierno podrán argumentar que el párrafo anterior es una operación para generar temor, pero la realidad es que han tomado medidas tan arbitrarias que se han ganado la desconfianza de la gente, en el sentido que es capaz de hacer cualquier cosa con tal de no reconocer la realidad del mercado y luego 'venderla' como una nueva política social".
Cachanosky, un neoliberal acérrimo, sólo contempla la existencia del mercado como amo y señor de la economía y es por eso que, según su lógica y la de todo el diario, hay que agitar la demanda de dólares.
Se trata de una operación que hasta el propio Guillermo Cherashny hace pública en su perfil de Facebook. El periodista escribe a diario textos como: "hoy seguimos la lucha en las casas de cambio, en los bancos y en las financieras ni un paso atras estamos en la resistencia", o también: "zurditos/as hoy le sacamos al central 180 palos verdes antes del 10 de diciembre asume cfk sin reservas".
La movida es clara. Desde La Nazión, hasta el inimputable de Cherashny están buscando generar la corrida cambiaria.
Todas las editoriales del diario de ayer están dedicadas a la desestabilización, al igual que el conflicto con el campo en 2008. Se trata de una operación para socavar el poder que el Gobierno logró en las elecciones.
Como el mensaje de las urnas fue contundente, hay sectores que siguen atentando contra la voluntad democrática del pueblo. No pueden tolerar la idea de que casi el 54% de los electores haya ratificado éste rumbo económico entonces golpean, operan y utilizan el terror.
Son los mismos de siempre, los sectores más reaccionarios de la sociedad. "Son minorías", dijo Cristina Kirchner minutos después de ganar la elección el domingo y luego agregó: "pero tienen poder".
Esas minorías comenzaron a operar. Se trata del inicio de otro intento desestabilizador, ni más ni menos.
Y era esperable. Son demasiado poderosos como para quedarse de brazos cruzados solo porque la chusma haya respaldado -con el 54% de los votos- al gobierno.
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