Con la excusa de la "libertad de prensa", el diario español busca defender a su par argentino porque la Ley de Medios Audiovisuales afecta intereses corporativos de ambos multimedios.
Que conste: el artículo comienza aseverando que “el ejercicio del periodismo en Argentina no está sometido a ningún tipo de censura o de control formal”. No obstante, esa misma aseveración le sirve a la articulista de El País, de España, para aseverar lo contrario.
La Argentina, dice Soledad Gallego-Díaz en su columna del mencionado diario, “atraviesa por dificultades serias debido, en parte, al descrédito a que se le somete desde los medios oficiales del Estado, utilizados permanentemente para ridiculizar a los periodistas críticos con el Gobierno y al uso partidista de los fondos públicos, que privilegian de manera escandalosa, con publicidad oficial, a los medios cercanos al kirchnerismo”.
Para la columnista, desde el gobierno se busca “el descrédito del periodismo profesional”, lo que es acompañado por “la presión que ejercen algunos sectores del kirchnerismo sobre los medios críticos”.
Ante todo, debe advertirse que “el descrédito” de los multimedios, especialmente de Clarín y La Nazión, se lo ganaron solos: el contraste entre la realidad y la versión de la realidad que esos medios difunden a través de todos sus canales, es flagrante y, al menos un 54 por ciento de la población, ha dado cuenta de ello recientemente.
A lo que debe añadirse que el diario español, del Grupo Prisa (canales de TV, radios, diarios y editoriales, tanto en la península ibérica como América Latina y Estados Unidos), sale a solidarizarse con Clarín especialmente cuando aborda la Ley de Medios Audiovisuales, ya que “fija unas condiciones que afectan directamente a Clarín y le obligan a desprenderse de importantes activos”, advierte El País.
Lo deja bien en claro al señalar: “La nueva ley fija también topes a la concentración empresarial de manera que un mismo concesionario no podrá tener más de 10 licencias de señal sonora, televisión abierta o cable, una medida que, entre otras, afecta a los intereses de PRISA (editora de El País)”.
La “libertad de prensa”, el “descrédito” y las “presiones” son, en fin, excusas: El País y el grupo al que pertenece el diario salen en defensa de intereses corporativos que nada tienen que ver con el periodismo. Prisa, entonces, defiende a Clarín en tanto multimedio porque pretende defender su propia expansión nacional, donde pretende competir -al menos en algunas franjas del mercado, como la radial- con Magnetto y Cía.
Con presencia en 12 países de habla española, donde controla más de 1.000 emisoras, entre propias y asociadas, el grupo ha invertido ya 200 millones de dólares en América latina, lo que incluye un periódico y un canal de TV en Bolivia, radios en Panamá, Colombia, Chile y otras naciones del continente. En Portugal acaba de adquirir el 35% de un conglomerado multimedia, que incluye un canal de TV líder, por 400 millones de euros.
En la Argentina, con cabecera en radio Continental, el grupo apunta al desarrollo y consolidación de lo que llama "el proyecto federal radiofónico", que incluye emisoras en Río Cuarto, Santa Fe, Corrientes, Salta, Cipolletti, Rosario y Tucumán.
Es sabido. Dios los caga y el viento junta la mierda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario