La legisladora porteña por Nuevo Encuentro, Gabriela Cerruti, señaló que hay denuncias realizadas que apuntarían a “un sistema de personas” que funcionaba como “intermediarios” para ver qué habilitaban y qué no.
En diálogo con el programa Mañanas Silvestres, AM La Red, la legisladora dijo que en esa red “está la directora de Fiscalización y Control del gobierno porteño, Vanesa Berkowski, y su pareja” y recordó el derrumbe del boliche Beara, ocurrido en septiembre de 2010, por el que tuvo que renunciar José Báez, director de la agencia de control comunal, de relaciones con Jorge “Fino” Palacios. “Estas cosas pasan permanentemente”, agregó Cerruti. Además, los detalles de las denuncias y el pedido de interpelación al ministro de seguridad porteño, Guillermo Montenegro.
Cerruti manifestó que hay una doble responsabilidad: “del gobierno porteño y de los privados que llevan adelante estas obras”.“Trece derrumbes y veinte situaciones similares en los últimos dos años, no pueden ser casualidad”, dijo Cerruti y agregó que “antes no se caían los edificios de la Ciudad como ahora. Hay sin duda una construcción más indiscriminada y con una búsqueda de lucro sin control". Al respecto, apuntó contra las áreas de control del gobierno porteño y denunció una red de corrupción para las habilitaciones.
La diputada señaló que hay “negligencia” en las habilitaciones por parte del gobierno porteño que “aprueba indiscriminadamente las construcciones, sin planos y sin las debidas reservas respecto a cuáles son las empresas, cómo están constituidas y qué experiencia tienen para hacer estas obras”.
En ese sentido indicó que hay denuncias en el expediente de la causa que apuntan contra “un sistema de personas, una de las cuales era la pareja de la directora de fiscalización y control, Vanesa Berkowsky, que claramente hacía de intermediarios con la agencia para ver qué habilitaban y qué no habilitaban; pidiendo una cantidad enorme de dinero en el medio”.
Cerruti indicó que hay una “situación de inseguridad en la Ciudad” porque se juntaron “el afán de lucro de los privados, la falta de control del Estado y la corrupción en la agencia de control comunal”. Al respecto, recordó el antecedente del derrumbe de un boliche en 2010: “por el derrumbe de Beara tuvo que renunciar el director de la agencia de control comunal, José Baez, que era un policía federal que trabajaba en Boca, amigo del Fino Palacios”. “Habría que hacer borrón y cuenta nueva en esa agencia", sentenció.
La legisladora porteña, que forma parte del interbloque del Frente para la Victoria, señaló que “la intención es pedir la interpelación del ministro (de seguridad porteño, Guillermo) Montenegro, para que de explicaciones de lo que está sucediendo“. “El año pasado le dimos una ley al gobierno porteño que dice que las obras tienen que ser controladas desde el momento en que se está haciendo el pozo”, añadió Cerruti, para quien no caben dudas de que hay “negligencia” de parte del gobierno de la Ciudad, que “impulsa y aprueba indiscriminadamente” estas obras.
Mientras tanto -y teniendo en cuenta que pese a la gravedad de la situación no se la ha visto la cara ni se le ha escuchado la voz-, los porteños nos empezamos a preguntar si Mugricio Macri no habrá quedado sepultado bajo los escombros del edificio derrumbado.
Pero no creemos que tengamos esa suerte. Si no dio la cara todavía es porque, como ya sabemos, no hacerse cargo de nada y echarle la culpa a los demás, es Pro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario