Se trata de dos satélites que caerán a la tierra entre mañana y el sábado. Uno se desintegraría en el aire mientras que el otro, de mayor tamaño, impactaría en la tierra.
Ayer se informó que dos satélites caerán a la tierra. Uno de ellos es el satélite de rayos X Rosat de l,7 toneladas, de la agencia espacial alemana (DLR) y el otro el Nano Sail-D de la NASA, de apenas 4 kilos.
El que más problemas podría causar sería el Rosat que reingresará en la atmósfera entre mañana y el sábado próximo. La Agencia Espacial Europea estimó que hasta 30 piezas puedan llegar individualmente a la superficie de la Tierra y que Ee fragmento más grande será probablemente el espejo del telescopio.
Durante su misión de 1990 a 1999, el satélite Rosat realizó sus observaciones en una órbita elíptica a una altura de entre 585 y 565 kilómetros sobre la superficie del planeta.
Debido a que no tiene un sistema de propulsión a bordo, no fue posible hacer maniobras para controlar su reingreso cuando terminó su misión en 1999. Desde su retiro del servicio, la resistencia atmosférica ha hecho que el satélite perdiera altura. En junio de 2011, ya había evolucionaba a 327 kilómetros sobre la Tierra y completa una órbita alrededor del planeta cada 90 minutos.
El otro satélite que caería a la tierra es el Nano Sail-D, un microsatélite que sirvió para probar un sistema de propulsión basado en la luz del sol, mediante velas desplegadas, según detalla la agencia espacial estadounidense, NASA. Se estima que por su tamaño, de 30 centímetros, por 10 y por 10, ninguno de sus fragmentos sobrevivirá a la incineración que se produce al reingresar en la atmósfera.
Todavía no se sabe adonde se pruducirá la caída, pero con el mufa que tienen de presidente, Chile se compró todos los números del sorteo.
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