Luego del exitoso trasplante de corazón, continúa la rehabilitación en la Fundación Favaloro. Ahora deben para ver cómo evoluciona en las próximas 48 o 72 horas. "Espero que me digan que está bien y pueda darle un beso", dijo el esposo.
Natalia Vidoni, de 32 años, quien hace un mes fue mamá y recibió un trasplante de corazón, sigue recuperándose en la Fundación Favaloro, donde se realizó con éxito la intervención. Así lo señaló su esposo, Eduardo, quien informó que no obstante se deben aguardar las próximas 48 ó 72 horas para ver cómo evoluciona Natalia y si no se produce ningún rechazo.
En diálogo con la prensa, Eduardo dijo que tiene intenciones de conocer "quién fue la persona que donó el corazón", y señaló que preguntará a los médicos sobre ello. "Fue difícil dormir toda la noche, ahora espero que me digan que Natalia está bien, y pueda darle un beso", dijo Eduardo al ingresar al sanatorio, donde pudo visitar a su esposa.
Según admitió el hombre, "antes no confiaba en el sistema" de donación de órganos, pero reconoció que ahora "la opinión es diferente". La joven mujer -que fue sometida el jueves al trasplante- permanecía desde hacía varias semanas a la espera de un donante y figuraba en el primer lugar de la lista de emergencia nacional del INCUCAI.
Vidoni padecía un cuadro de "miocardio posparto", una patología poco común que se le manifestó luego de tener a su hija Valentina, quien nació a través de una cesárea y sin complicaciones.
El donante fue una mujer de Mendoza y rápidamente se dispuso el operativo para realizar la ablación y poder llevar el órgano hasta la Fundación Favaloro, en la zona de Congreso, donde está internada la joven madre.
El marido de Natalia, Eduardo Ramírez, contó como se desencadenó la cardipatía: "el parto fue por cesárea, pero sin complicaciones. Después de los tres días de internación le dieron el alta y estuvo todo bien".
"Pero a los pocos días de estar en casa comenzó a tener tos y por momentos le faltaba el aire por lo que se le diagnosticó un broncoespasmo, pero luego se la derivó a la Fundación Favaloro, donde ingresó con el 20 por ciento de su corazón funcionando", expresó.
Hacemos votos para que la recuperación de Natalia continue favorablemente y pronto pueda estar en su casa disfrutando de su hijita.
Y recordemos todos, que donar órganos, es donar vida.
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